Datos

Las zonas calientes de la inmigración en Cataluña: estos son los municipios con mayor porcentaje de extranjeros

Hay tres focos específicos: el Área Metropolitana de Barcelona, Lérida y la Costa Brava

MADRID.-Un total de 4.865 menores migrantes no acompañados llegaron a España en 2023, un 104,8% más que en 2022, según Fiscalía
MADRID.-Un total de 4.865 menores migrantes no acompañados llegaron a España en 2023, un 104,8% más que en 2022, según FiscalíaEuropa Press

La inmigración suele centrar el debate político y social en Cataluña, especialmente tras el acuerdo entre el PSOE y Junts para traspasar las competencias migratorias a la Generalitat de hace unos meses. Sin embargo, más allá de los titulares, el fenómeno migratorio lleva años marcando la transformación demográfica y social del territorio catalán, con un impacto desigual según la zona. Hoy, más de 1,4 millones de personas extranjeras viven en Cataluña: el 18% de la población total. Hace apenas treinta años, eran solo el 3%.

Este crecimiento ha sido el motor demográfico del país, en un contexto donde el crecimiento natural (la diferencia entre nacimientos y defunciones) es negativo. Sin inmigración, Cataluña estaría perdiendo población. No obstante, este cambio también ha traído consigo debates intensos sobre la gestión de los recursos, la convivencia y, en particular, la seguridad ciudadana.

Tres focos geográficos

Aunque la inmigración ha alcanzado todos los rincones de Cataluña, hay tres zonas donde su presencia es especialmente notable. El área metropolitana de Barcelona concentra, en cifras absolutas, el mayor número de extranjeros. Municipios como Barcelona, L’Hospitalet de Llobregat o Badalona lideran los rankings en volumen total de inmigrantes. Barcelona tiene 1,6 millones de personas, de las cuales 414 063 son inmigrantes, lo que representa el 24,56% de la población. L''Hospitalet de Llobregat cuenta con 282.299 ciudadanos, de los cuales 73.394 son extranjeros, lo que supone el 26%. Por último, Badalona tiene 226.219 habitantes, de los cuales 38.990 son de fuera, lo que supone el 17,24%.

Pero si se observa el porcentaje de población extranjera sobre el total, el mapa cambia radicalmente. En este sentido, el municipio con mayor proporción de inmigración es Guissona, en la provincia de Lérida, donde el 51% de sus habitantes son extranjeros. Le siguen Castelló d'Empúries (47%) y La Jonquera (44%), ambas en Girona, además de una docena de localidades que superan el 30%, entre ellas Lloret de Mar o Alcarràs, además de otras localidades de la Costa Brava.

En total, hay 36 municipios catalanes donde los extranjeros representan más del 25% de la población, un fenómeno especialmente presente en comarcas leridanas y costeras como el Maresme o la Costa Brava. Localidades pequeñas como Torres de Segre, Portella o Barbens también registran cifras especialmente altas.

Inmigración, seguridad y política

El crecimiento migratorio ha modificado profundamente la fisonomía de muchas ciudades catalanas. Aunque el discurso público a menudo vincula inmigración y delincuencia, los datos generales de criminalidad en Cataluña muestran una tendencia a la baja en los últimos años. Esta mejora se debe, en gran parte, a la priorización de las políticas de seguridad por parte del Gobierno de la Generalitat presidido por Salvador Illa.

Sin embargo, distintas fuentes policiales y expertos en seguridad advierten que la inmigración ilegal, especialmente aquella que se instala sin ningún tipo de control o integración, está fuertemente asociada a núcleos de delincuencia organizada, tráfico de drogas, ocupaciones y conflictividad urbana. Por eso, el desafío no es solo cuantitativo, sino cualitativo: cómo gestionar el fenómeno migratorio de forma ordenada, legal y segura.

Con más del 30% de población extranjera, Cataluña es la comunidad autónoma con mayor proporción de inmigrantes de España. Las provincias de Barcelona, Girona, Lérida y Tarragona encabezan el ranking nacional. Esta realidad obliga a los responsables políticos a afrontar el reto con una combinación de realismo, firmeza y humanidad.