Paleontología
10 metros y boca de cocodrilo. Así era el dinosaurio más grande de Europa
De acuerdo con las investigaciones, esta temible criatura se alimentaba principalmente (pero no exclusivamente) de pescado
Todos podemos poner nuestro granito de arena al avance de la ciencia. Con frecuencia oímos la historia de tal o cual aficionado que a fuerza de disciplina, constancia y estudio (y un poco de suerte) acaba contribuyendo de formas inesperadas al conocimiento que nuestra especie tiene sobre el mundo en el que habita. Es lo que sucedió con el coleccionista de fósiles Nick Chase, que se pasó años recorriendo de arriba a abajo las playas de la Isla de Wight, al sur de Gran Bretaña... metiéndose en el lodo y buscando huesos de dinosaurios y de otras especies, que hubiesen sido arrastrados por los acantilados. Su pasión y tenacidad lo convirtieron en el principal descubridor británico de material fósil... y en una de las personas que más aportó al avance de la paleontología en los últimos años, porque siempre donaba los huesos que encontraba a los museos y a las universidades.
En uno de sus muchos “paseos” por la playa, Chase encontró los vestigios del dinosaurio más grande que habitó en Europa (hasta ahora conocido). Se trata de un impresionante depredador bípedo de más de 10 metros de altura. “Es una pena que solo se conozca una pequeña cantidad de material, pero es suficiente para demostrar que se trataba de una criatura inmensa”, explicaba Chris Barker, jefe del equipo científico encargado de estudiar los huesos encontrados, que incluyen enormes vértebras pertenecientes a la zona de la pelvis y la cola.
Y además de su espectacular tamaño, el “espinosaurio de White Rock” (bautizado así por la fosa geológica en la que fue encontrado) también gozaba de un hocico con el aspecto parecido al de un cocodrilo… lo que le daba un aspecto todavía más temible. De acuerdo con las investigaciones, estos dinosaurios se alimentaban principalmente de pescado (de ahí la forma de su hocico) que cazaba en aguas de lagunas y extensiones arenosas. El gran depredador pertenecía a la familia de los espinosaurios (cuyo nombre significa “lagartos espinosos”) que vivió hace entre 148 y 85 millones de años. Se han encontrado fósiles de esta familia en los cinco continentes.
Chris Barker celebró la “asombrosa capacidad” de Chase para encontrar huesos. Para Barker, las aportaciones del coleccionista de huesos fueron más allá del descubrimiento de los fósiles del espinosaurio de White Rock, sino que también consiguió demostrar que “no son sólo los paleontólogos profesionales los que están teniendo impacto en la disciplina”, explicó Barker.
“Los coleccionistas tienen un papel importante que desempeñar en la paleontología moderna y su generosidad ayuda a que la ciencia avance”, agregó. Y si hay aspirantes a cazadores de fósiles que esperan continuar donde lo dejó Chase, los paleontólogos agradecerían más huesos de espinosaurio de White Rock. “Esperamos que un transeúnte recoja algunos pedazos más y los done”, dijo Barker.
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