Trastornos del sueño
¿En qué se diferencian las pesadillas de los terrores nocturnos?
Aunque tanto las pesadillas como los terrores nocturnos no son plato de buen gusto para nadie y pueden causar trastornos del sueño, no son exactamente iguales
Aunque tener de vez en cuando alguna que otra pesadilla es perfectamente normal, existen personas que sufren episodios de gritos y movimientos agitados, como sacudidas o golpes acompañados de un miedo intenso, que reciben el nombre de terrores nocturnos. Los cuales, por lo general, duran entre unos pocos segundos y algunos minutos y comienzan mientras aún estamos dormidos.
En ese sentido, tanto las pesadillas como los terrores nocturnos forman parte de un grupo de trastornos del sueño denominados parasomnias. Dichos trastornos se pueden clasificar por la presencia de experiencias indeseables durante el sueño o durante las transiciones entre el sueño y la vigilia. En ellas se incluyen: sonambulismo, orinarse en la cama (enuresis del sueño) o hablar dormido (somniloquio). Aunque son similares y, a menudo, se confunden, existen diferencias clave entre ellos.
¿En qué se diferencian las pesadillas y los terrores nocturnos?
Aunque tanto las pesadillas como los terrores nocturnos son aterradores y pueden causar trastornos del sueño, no son exactamente iguales. La diferencia clave entre los dos radica en el momento en el que ocurren durante el ciclo del sueño. Los estados de sueño se clasifican como estados de sueño de movimientos oculares rápidos (REM) o no REM (NREM). El sueño NREM tiene cuatro etapas; transición de vigilia a sueño (etapa 1), sueño ligero (etapa 2) y sueño profundo (etapas 3 y 4). Asimismo, la quinta etapa, el sueño REM, se caracteriza por un movimiento aleatorio y rápido de los ojos, una propensión a reportar sueños y atonía REM (un estado de parálisis temporal de los brazos y las piernas). El sueño REM ocurre aproximadamente 90 minutos después de quedarnos dormidos por primera vez y un ciclo de sueño saludable transitará entre estos estados varias veces a lo largo de la noche. Asimismo, las parasomnias también se clasifican en parasomnias NREM y REM.
Mientras que las pesadillas ocurren durante la etapa REM, los terrores nocturnos ocurren durante el sueño NREM y como resultado, difieren en varios aspectos:
- Confusión: al despertar después de sufrir terrores nocturnos las personas generalmente están confundidas y desorientadas durante un rato. Mientras que tras sufrir una pesadilla, las personas se orientan al despertar.
- Amnesia: las pesadillas se producen durante la fase REM y como tales, suelen ser recordadas. Sin embargo, los episodios de terrores nocturnos no se recuerdan después de despertar.
- Miedo: durante los terrores nocturnos, la víctima parecerá aterrorizada. Mientras que, las pesadillas, aunque pueden ser perturbadoras, provocan un miedo menos intenso.
- Movimiento: al ocurrir durante la fase REM en las pesadillas las extremidades quedan paralizadas por la atonía REM. No obstante, el movimiento durante los terrores nocturnos no está restringido y, a menudo, ocurre junto con el sonambulismo.
- Momento: las pesadillas generalmente ocurren durante una etapa tardía en la noche, cuando el cerebro alcanza la etapa REM. Mientras que los terrores nocturnos, por el contrario, tienden a ocurrir durante las primeras tres horas de sueño.
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