Genética

El ADN fantasma, la hipótesis de un candidato al premio Nobel

Esta teoría propone que en nuestra genética está nuestro futuro y lo arrastramos por generaciones.

Genética
La controvertida teoría del ADN fantasmaJS/GeminiJS/Gemini

Es casi como si una persona apellidada Sastre se dedicara a la costura, un Contador a los números, Zapatero a sus zapatos o Armero a lo castrense. La idea simplista va por ese lado, pero en genética se conoce como ADN fantasma y se refiere comúnmente a un concepto científicamente controvertido, el Efecto Fantasma del ADN, que propone que el ADN puede dejar una "imagen residual" energética o informativa persistente que continúa influyendo incluso después de que el propio ADN haya sido eliminado.

Esta idea, explorada en algunas investigaciones alternativas, como los estudios publicados por Peter Garaiev (principal, líder y cabeza visible de esta idea) sugiere que el ADN funciona no solo como un plano físico, sino también como un proyector holográfico de información biológica, con posibles implicaciones para la medicina y la consciencia.

Quienes apoyan esta idea señalan cinco parámetros en los que se basa. El primero de ellos es una huella energética. Este concepto sugiere que el ADN puede crear una huella sutil, no física, o “fantasma” que conserva las propiedades del ADN original durante un período, no se sabe de cuánto tiempo.

La segunda es la idea del holograma cuántico: se cree que este "fantasma" es un campo de energía invisible o un patrón holográfico que organiza y anima la materia.

Tenemos, en tercer lugar, la transmisión de información. Sus defensores creen que esta huella energética puede transmitir información genética e influir en los sistemas biológicos, lo que desafía la visión tradicional de la genética.

Quienes apoyan esta idea sostienen que existe una interacción fotónica, que sugieren que el ADN bombardeado con luz deja un efecto residual en los fotones incluso después de su eliminación, lo que respalda el concepto de ADN fantasma.

Y, finalmente, se apoyan en las ondas electromagnéticas. Algunas de las teorías de Garaiev proponen que el ADN interactúa mediante ondas electromagnéticas que quedan “atrapadas” en las moléculas de agua, formando dominios coherentes que pueden retener la señal sin la molécula original.

Para muchos, esta noción de un ADN fantasma es cierta y se apoyan en parte en un reconocimiento de la comunidad científica hacia Garaiev que fue nominado a los premios Nobel de Medicina en 2021, de acuerdo con una carta que circula por internet.

Supuesta carta enviada a Garaiev
Supuesta carta enviada a GaraievCCOOCCOO

Solo hay un problema. El primero es que Garaiev murió en 2020 y los Nobel, desde 1974, no se entregan de forma póstuma. Jamás podría haber sido candidato según esta norma. Y la segunda razón para afirmar que esta carta es falsa es que, de acuerdo con la web oficial de los premios Nobel, a los nominados no se les notifica, ni se les envía cartas asegurando que son candidatos al premio. De hecho, el listado de candidatos es secreto y no se hace público hasta 50 años después. Por lo tanto, la carta es una falsificación. Al igual que la nominación al Nobel.

"Pero la carta se envió en octubre y Garaiev murió en noviembre", dirán algunos. Sí, es cierto. El problema es que, el comité del Nobel publica un cronograma que explica el proceso de selección. Las nominaciones, se explica, comienzan a recibirse en septiembre. En febrero vence el plazo de la nominación y, hasta agosto, se analizan los candidatos. Finalmente, es en octubre cuando se otorga el premio. Por lo tanto, que lo hayan nominado en octubre de 2020 (cuando se estaba dando el premio de ese año) y aún no se habían abierto las inscripciones para el siguiente, menos aún decidido los posibles candidatos... es imposible.

Dicho esto, hay que destacar que el efecto fantasma del ADN es una teoría controvertida y marginal, con gran escepticismo en la comunidad científica principalmente debido a que nunca se pudieron reproducir los hallazgos por ningún equipo de científicos.

La ciencia se basa en la observación, el desarrollo de una hipótesis, la búsqueda de pruebas que la confirmen y, finalmente, la capacidad de reproducir estos hallazgos. Si estos nos pueden reproducirse o no resisten el análisis de otros científicos, se considera descartado… hasta que se encuentre nueva evidencia. De este modo, mientras no tengamos nuevas pruebas, el ADN fantasma es apenas una hipótesis.