Futuro

La historia del próximo español que será criogenizado

En menos de 30 años los avances científicos podrían permitir la reanimación de personas criopreservadas, señalan expertos que se reunirán en Madrid.

Criopreservación
Proceso de criopreservación en las instalaciones de EBF, en SuizaEuropean Biostasis FoundationEuropean Biostasis Foundation

¿Ciencia o ficción? ¿Medicina o venta de humo? Este jueves en Madrid se presentará a la quinta persona de España que será criogenizada y el debate vuelve a la palestra. El proceso de criopreservación implica la reducción gradual de la temperatura, generalmente por debajo de -130°C. Lo que ocurre cuando un cuerpo es criogenizado es la esperanza de muchos, es pedir la vez para un posible futuro más allá de la muerte.

El primer paso de la crioconservación se inicia llevando a la persona a un estado de hipotermia lo antes posible para disminuir el daño de las células. También es necesario administrar anticoagulantes y vasodilatadores, según señala Lluis Estrada, jefe de Neurofisiología en el Hospital Joan XXIII.

Luego se debe canular al menos una arteria y una vena, para permitir el intercambio de la sangre por una solución crioprotectora (habitualmente etilenglicol, dimetilsulfóxido u otros componentes), que evite la formación de cristales de hielo que puedan dañar las células. A partir de ese momento se empieza a reducir la temperatura y cuando la solución crioprotectora ha reemplazado por completo a la sangre, se reduce la temperatura hasta los - 79º C primero y luego, con nitrógeno líquido, hasta los -196º C. El último paso es llevar al cuerpo al interior de un criostato, que consta de dos paredes separadas por un vacío interior. En él pueden mantener las personas criopreservadas por tiempo indefinido.

En España, la primera persona criopreservada fue Cristina Comos Castillejo, quien en 1996 murió de un ataque cardíaco a los 21 años. A ella le siguió su abuela en 2002. Ambas están actualmente criopreservadas en la Fundación Alcor en Arizona, Estados Unidos. La primera criopreservación en la península ibérica, y tercer caso español, ocurrió en el año 2016, cuando el barcelonés Javier Ruiz Álvarez falleció de un infarto en su casa en Aranjuez, y ahora se encuentra en un pequeño centro en Alemania.

Hasta la fecha, la última criopreservación fue coordinada por un joven español cuando su padre francés falleció en el año 2018 y fue transferido de urgencia desde los pirineos galos hasta un centro de criopreservación en Rusia. La quinta criopreservación acaba de ocurrir unos días atrás en Asturias, cuando un joven español logró criopreservar a su padre y enviarlo a un nuevo centro, hoy quizás el más avanzando del mundo, la Fundación Europea de Biostasis al norte de Zúrich en Suiza.

James Bedford, quien se convirtió en la primera persona criopreservada el 12 de enero de 1967. Su cuerpo permanece criopreservado en el Centro Alcor en Arizona, el cual es el más grande y antiguo centro de criopreservación del mundo, con más de doscientos pacientes y más de dos mil personas en la “lista de espera”.

Criopreservar no es lo mismo que congelar. De hecho, inicialmente se utilizó en células reproductivas humanas y hoy en día más de 10 millones de personas en todo el mundohan nacido gracias a la criopreservación de esperma, óvulos o embriones. Los expertos que se reunirán en Madrid señalan que, del mismo modo que hasta 1973, cuando se inauguró el primer horno crematorio en España (la incineración estaba prohibida hasta entonces), la criopreservación podría encontrar un espacio legar en nuestro país y aseguran que los avances científicos podrían permitir la reanimación de personas criopreservadas en menos de 30 años.