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Paleontología

Este pájaro murió de la forma más ridícula hace 120 millones de años y nadie entiende por qué

Encuentran en China el fósil de un ave que tomó decisiones muy cuestionables al final del cretácico

El desafortunado pájaro fósil, preservado con más de 800 diminutas rocas en la garganta (visibles como la masa gris junto al lado izquierdo de los huesos del cuello). Jingmai O’Connor.Eurekalert

Un grupo de investigadores del Field Museum de Chicago acaba de descubrir una nueva especie de pájaro que vivió en China hace 120 millones de años. Hasta aquí, la noticia no parece tener nada especial, una investigación científica más. Sin embargo, el fósil en cuestión tiene una peculiaridad que los investigadores no han logrado explicar del todo y que, lejos de ser un detalle sin importancia, estuvo relacionada con su muerte. La investigación, que acaba de publicarse en la revista Palaeontologica Electronica podría ser, perfectamente, una carta del famoso juego de mesa Black Stories. En él, los jugadores han de adivinar los detalles de una historia truculenta y sorprendente, por lo general un fallecimiento inspirado en hechos reales. ¿Y qué mejor manera de contar esta noticia que aprovechando la mecánica?

Normalmente, alguien tiene que leer para sus adentros la historia completa (este artículo en su totalidad) y, después, lee en voz alta una frase que les servirá de pista al resto de jugadores. Una frase suficientemente ambigua para no revelar demasiado, pero que proporciona algunos cabos de los que pueden tirar. En este caso, la frase podría ser “Este pájaro debió haber consultado con su farmacéutico”. A continuación, los jugadores pueden hacer todas las preguntas que quieran, pero solo recibirán respuestas de “sí” o “no”. Cuando crean haber resuelto el caso deberán compartir su hipótesis para ver si están en lo cierto. Así que, si quieres intentar adivinar este caso, pásale el artículo a un amigo y deja de leer en este momento.

Las pistas

Los autores del artículo estaban revisando los fósiles del Museo Natural de Shandong Tianyu, en China, cuando encontraron algo extraño. Era un fragmento de roca de la formación Jiufotang. Concretamente, datado en el Aptiense (hacia el principio del cretácico). En ella, se podía ver claramente un ave de una especie no identificada. Su tamaño era apenas el de un gorrión y, aunque conservaba algunos rasgos primitivos, como los dientes y las proporciones de algunos huesos, era un pájaro en toda regla. Los investigadores decidieron bautizarlo como Chromeornis funkyi en honor al dúo tecno-funk “Chromeo”. Ahora bien, lo realmente extraño es lo que encontraron en su gaznate.

Al lado de su cuello, junto a las vértebras, había una enorme cantidad de piedrecillas. Posiblemente estuvieran albergadas en su molleja, porque muchas aves ingieren gravilla que almacenan en su tracto digestivo para facilitar la digestión de otros alimentos. Sin embargo… algo no encajaba, eran demasiadas. Los expertos contaron 800 elementos, algunos eran piedrecillas, otros algo similar a bolitas de arcilla. ¿Podían ser gastrolitos? (que así es como se conocen las piedras ingeridas y almacenadas con propósitos digestivos). Para salir de dudas, los investigadores revisaron estudios anteriores en los que habían hecho tomografías computarizadas a aves que sí almacenaban gastrolitos. Tras contabilizarlos y calcular cuántos solían guardar en función de su tamaño corporal, las sospechas se reforzaron: 800 elementos estaban muy por encima de la media y, por si fuera poco, entre los miles de fósiles de aves de este mismo grupo no se ha encontrado ni un gastrolito. En cualquier caso, la cantidad ingerida fue tal que, cuando el ave intentó expulsarlas, se quedaron atascadas en su esófago, donde todavía podemos verlas. Las rocas dificultaron el paso de aire a la laringe y, finalmente, Chromeornis falleció por asfixia.

Una posible explicación

La pregunta, ahora, es: ¿por qué lo hizo? No parece un comportamiento normal y una anomalía así requiere una explicación igual de excepcional. Por suerte, los paleontólogos conocen todos los trucos y la forma más cauta de especular sobre el pasado es observar el presente. Conocemos casos de aves que ingieren más rocas de las que deben cuando enferman. ¿Y si nuestro primitivo pájaro sufría de alguna dolencia y el instinto le empujó a deglutir sin control? Es bastante raro poder saber qué causó la muerte de un individuo específico en el registro fósil”, dice Jingmai O’Connor, conservadora del Field Museum de Chicago y autora principal del estudio. “Pero, aunque no sepamos por qué este pájaro comió todas esas piedras”, continúa, “estoy bastante segura de que la regurgitación de esa masa le causó asfixia, y eso fue lo que mató a ese pajarito”.

En definitiva: más le habría valido consultar al farmacéutico en lugar de automedicarse con cantidades obscenas de grava y arcilla.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Aunque siempre hay un grado de especulación (rigurosa) en los trabajos de paleontología, en este caso podemos estar bastante seguros de que la muerte fue causada por una asfixia debido a las piedras atascadas en su esófago.

REFERENCIAS (MLA):

  • O’Connor, Jingmai, et al. “A New Small-Bodied Longipterygid (Aves: Enantiornithes) from the Aptian Jiufotang Formation Preserving Unusual Gastroliths.” Palaeontologica Electronica, 5 Dec. 2025.