Psicología

Tu moral cambia según el idioma que hables

¿Matarías a una persona para salvar a cinco? Este tipo de elecciones dependerían de si estás utilizando una lengua extranjera o tu lengua materna.

Vista general del salón de plenos al inicio de una sesión del Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia
Los hallazgos tienen implicaciones vinculadas, por ejemplo, a las discusiones en el Parlamento Europeo.JULIEN WARNANDAgencia EFE

Hace tiempo sabemos de la importancia de aprender idiomas como método para ejercitar el cerebro y su influencia en los cinco sentidos. Lo que no parecía tan conocido era su influencia en nuestra forma de pensar y en nuestra moral: nuestra escala de valores podría cambiar si el dilema se nos presenta en otro idioma.

De acuerdo con un estudio realizado por psicólogos de la Universidad de Chicago y de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, las personas que utilizan una lengua extranjera adoptan un enfoque relativamente utilitario ante los dilemas morales, tomando decisiones basadas en evaluaciones de lo que es mejor para el bien común. Ese patrón se mantiene incluso cuando la elección utilitaria produciría un resultado emocionalmente difícil, como sacrificar una vida para que otras pudieran vivir.

"Este descubrimiento tiene consecuencias importantes para nuestro mundo globalizado, ya que muchas personas hacen juicios morales tanto en lenguas nativas como extranjeras – explica Boaz Keysar, coautor del estudio, en un comunicado -. Las implicaciones en el mundo real podrían incluir que un inmigrante sirva como miembro del jurado en un juicio, quien puede abordar la toma de decisiones de manera diferente que aquellos que hablen el idioma local de forma natural”.

Los autores del estudio, publicado en Plos One, señalan que la lengua extranjera provoca una respuesta emocional reducida. Eso proporciona una distancia psicológica de las preocupaciones emocionales a la hora de tomar decisiones morales.

Para llegar a esta conclusión, el equipo de Keysar, realizó un experimento basado en el conocido como "dilema del tranvía". Se pidió a los participantes del estudio que imaginen que están en un puente peatonal con vistas a las vías del tren cuando ven, debajo de ellos, cinco personas atrapadas en las vías y un tren que se aproxima. La única manera de detenerlo es empujar a un hombre desde el puente. Esa acción matará al hombre, pero salvará a las cinco personas. En otras palabras, los participantes del estudio se enfrentaron al dilema de elegir entre sacrificar activamente a una persona, lo que viola la prohibición moral de matar, o permitir que mueran cinco personas por inacción.

El equipo evaluó datos de 725 participantes de Estados Unidos, España, Corea, Francia e Israel, incluidos 397 hablantes nativos de español con inglés como lengua extranjera y 328 hablantes nativos de inglés con español como lengua extranjera. Cada participante escuchó el dilema en uno de sus idiomas. Los datos mostraron que había una clara tendencia a sacrificar una vida si el dilema se presentaba en un idioma extranjero.

“Incluso al aleatorizar los grupos lingüísticos de los participantes – añade Albert Costa, coautor del estudio -, aquellos que hablaban un idioma extranjero tenían el doble de probabilidades de responder con el enfoque utilitario que está más al servicio del bien común. La gente tiene menos miedo a las pérdidas, está más dispuesta a correr riesgos y está mucho menos conectada emocionalmente cuando piensa en un idioma extranjero. Estas conclusiones son importantes en contextos como las deliberaciones en lugares como las Naciones Unidas, la Unión Europea, las grandes corporaciones internacionales o las empresas de inversión y permiten explicar mejor o hacer más predecibles los razonamientos. Lo que nos dice este estudio es que los juicios morales pueden verse afectados dependiendo de si la lengua en la que se presenta es nativa o extranjera. La conciencia de este impacto, es fundamental para tomar decisiones más informadas".

Para la coautora Sayuri Hayakawa, esto tiene una explicación: “Aprendes tu lengua materna cuando eres pequeño y es parte de tu familia y tu cultura. Probablemente se aprenden idiomas extranjeros en entornos menos emocionales, como un salón de clases, y requiere un esfuerzo adicional. El contenido emocional del idioma a menudo se pierde en la traducción”.