Astronomía

Un planeta más grande que Júpiter ha creado espirales en su estrella

El planeta, denominado MWC 785c, se encuentra en un sistema solar a 500 años-luz de La Tierra y orbita una joven estrella de pocos millones de años

Disco protoplanetario alrededor de una estrella
Disco protoplanetario alrededor de una estrellaNASANASA

Nuestro Sistema Solar tiene 8 planetas, al menos que conozcamos por ahora. Además, también podemos encontrar planetas enanos, cometas, asteroides y otros pequeños cuerpos estelares que orbitan sin descanso a nuestra estrella. Los 8 planetas se pueden dividir claramente en dos grupos, los rocosos y los gaseosos, y durante mucho tiempo se pensó que esto sería lo que cabría esperar en otras estrellas. Sin embargo, con el descubrimiento de exoplanetas en estrellas distantes, hoy hemos podido observar un sinfín de objetos astronómicos que no cumplen con estas normas. Allí lejos hay planetas mucho más grandes que Júpiter, súper tierras, y algunos de los cuerpos que hemos encontrado tienen anillos miles de veces más grandes que los de Saturno.

La espiral de la creación

La estrella MWC 785 es muy joven. Se calcula que se formó hace apenas unos pocos millones de años. Debido a su juventud, todavía no tiene un sistema planetario a su alrededor establecido, como el nuestro, si no que la rodea lo que se conoce como disco planetario. En este disco hay rocas de diferente tamaño, polvo y planetoides que van chocando y uniéndose constantemente hasta que, dentro de mucho tiempo, acaben por formar los planetas que acompañarán a la estrella durante su vida. Pero este disco no es homogéneo, ya que los investigadores han detectado que crea una forma muy reconocible.

El disco planetario forma una espiral muy similar a la de nuestra galaxia, con dos brazos que parten de un punto central. Tradicionalmente se ha supuesto que esta forma era resultado de los planetas en formación, pero hasta ahora, jamás se habían detectado dichos planetas dentro de la espiral. Esto se debe a que, con la tecnología actual, es extremadamente complejo detectar directamente cuerpos menores a una estrella a tanta distancia, por lo que generalmente se infiere que los planetas están ahí mediante métodos indirectos. Sin embargo, con MWC 758c no funcionaban.

Un planeta muy “rojo”

En este caso concreto, los cálculos indican que este exoplaneta tiene al menos el doble de masa que Júpiter y, sin embargo, es casi invisible a los telescopios. La invisibilidad es resultado de su color, ya que a pesar de ser tan gigantesco, se trata del planeta más “rojo” descubierto hasta la fecha. Esto es un problema, ya que la longitud de onda del color rojo y menores son muy difíciles de detectar, ya que son menos energéticas que las de otros colores. Por ello los investigadores han necesitado realizar la observación con el Large Binocular Telescope Interferometer o LBTI por sus siglas en inglés. El LTBI es uno de los telescopios infrarrojos más sensibles construidos hasta la fecha y, debido a su gran tamaño, puede incluso superar al telescopio espacial James Webb en la detección de planetas muy cercanos a sus estrellas, como MWC 758c.

Los astrónomos todavía no tienen claro por qué este planeta es tan “rojo”, pero barajan varias posibilidades. La primera es que se trata de un planeta mucho más frío de lo esperado, algo extraño si está siendo constantemente bombardeado por meteoritos. En cambio, la segunda hipótesis es que haya nubes enormes de polvo que estén absorbiendo el resto del espectro de luz.

Para tratar de resolver esta pregunta, observarán el sistema con el telescopio espacial James Webb a principios del año 2024. La idea es que, al observar el sistema desde el espacio podrán librarse del resplandor de la atmósfera terrestre y así aumentar la nitidez de las imágenes. De momento, los astrónomos aseguran que seguirán buscando planetas en el resto de estrellas conocidas que poseen estos brazos en espiral, aunque ahora tratarán de focalizar su búsqueda en el un espectro de luz más rojo que el que utilizan en la actualidad.

Una mirada al pasado

La observación de estos sistemas planetarios nos permite comprender cómo era el nuestro en el pasado. Como comenta Kevin Wagner, investigador postdoctoral en la Observatorio Steward de la Universidad de Arizona y autor principal del estudio: “Este sistema podría ser una analogía de cómo podría ser nuestro propio sistema solar a menos del 1% de su vida. Júpiter, al ser un planeta gigante, probablemente también interactuó con el disco de nuestro sistema solar y lo esculpió gravitatoriamente hace miles de millones de años, lo que finalmente condujo a la formación de la Tierra".

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Todavía existe mucha especulación con respecto al planeta 9, un objeto hipotético que se encontraría más allá de la órbita de Neptuno y que es el responsable de las órbitas excéntricas de algunos de los objetos transneptunianos. Con los datos actuales no se puede descartar completamente su existencia, pero tampoco afirmar que exista hasta que no se observe directamente.

Referencias (MLA):