Política
Los políticos son más torpes cuando hace calor, al menos en lo dialéctico aseguran los científicos
Un equipo de científicos ha analizado unos 7 millones de discursos en 8 países, incluido España entre 1996 y 2018.
El cambio climático tiene efectos muy conocidos y reconocidos que impactan en diferentes áreas. Desde el derretimiento de los polos hasta descongelar virus de miles de años atrás. Algunos afectan a regiones específicas, otros a todo el planeta y están también aquellos con un impacto… inesperado por así decirlo. Este es el caso de un nuevo estudio publicado en iScience: tras analizar el lenguaje utilizado en siete millones de discursos parlamentarios en todo el mundo, se demuestra que las altas temperaturas provocan una reducción significativa e inmediata de la complejidad del lenguaje de los políticos.
Los resultados sugieren que el aumento del calor puede tener impactos en nuestras capacidades cognitivas con consecuencias reales e inmediatas, según los autores, liderados por Risto Conte Keivabu, del Instituto Max Planck de Investigación Demográfica. El estudio también muestra un uso innovador de métodos computacionales, incluido el análisis de texto automatizado combinado con datos meteorológicos globales, para evaluar los impactos más amplios del cambio climático en la salud y el desempeño humanos.
“El calor se ha asociado durante mucho tiempo con una variedad de resultados negativos para la salud, incluido un mayor riesgo de disminución de la productividad y el rendimiento cognitivo – explica Conte Keivabu -. Nuestro estudio destaca que este fenómeno se extiende a los políticos, a quienes se les asignan responsabilidades críticas. Específicamente, descubrimos que las temperaturas más altas conducen a una reducción en la complejidad del lenguaje utilizado en los discursos parlamentarios en ocho países diferentes. Esto sugiere que el calor puede afectar negativamente las funciones cognitivas, incluso en entornos profesionales donde el lenguaje preciso y complejo es crucial”.
Los autores hicieron el descubrimiento recopilando millones de discursos parlamentarios. La colección representa a más de 28.000 políticos en ocho países diferentes (Estados Unidos, Austria, Países Bajos, Alemania, Dinamarca, España, Reino Unido y Nueva Zelanda) durante varias décadas. Para explorar las conexiones entre el lenguaje de esos discursos y la temperatura y el clima diarios precisos, utilizaron una estrategia de modelado que aprovechó las variaciones aparentemente aleatorias en las temperaturas diarias para analizar su impacto.
En el estudio, el equipo liderado por Conte Keivabu explica que el enfoque les permitió aislar el efecto de la temperatura en la complejidad del lenguaje de los políticos, lo que arrojó resultados sorprendentemente claros. Sus hallazgos muestran que los días calurosos reducen la complejidad del lenguaje, mientras los días fríos no tuvieron el mismo efecto. Para obtener más información, observaron más de cerca cualquier efecto variable en Alemania según la edad o el género.
"Un hallazgo sorprendente fue el mayor tamaño del efecto observado en los políticos de mayor edad en comparación con sus homólogos más jóvenes en Alemania - añade Conte Keivabu -. Este resultado no solo destaca por ser interesante por sí solo, sino que también aumenta nuestra confianza en los hallazgos del estudio. Es lógico que las personas mayores puedan ser más susceptibles a las temperaturas extremas, lo que concuerda con nuestra observación y subraya la solidez de nuestras conclusiones”.
Los investigadores dicen que los hallazgos ofrecen nueva evidencia de que el comportamiento humano está influenciado no solo por consideraciones estratégicas sino también por factores ambientales.
“La simplificación del discurso político tiene implicaciones mixtas. Si bien un lenguaje más simple puede mejorar la comprensión y la participación del público, también podría indicar una reducción del rendimiento cognitivo debido al calor- concluye el coautor Tobías Widmann -. Esto podría tener consecuencias negativas para la productividad de los parlamentarios, afectando la toma de decisiones legislativas, la representación ciudadana y la planificación presupuestaria. Teniendo en cuenta el papel fundamental de los políticos en los procesos democráticos, el impacto de las temperaturas extremas en su rendimiento cognitivo podría tener consecuencias profundas y de gran alcance para la sociedad en su conjunto”.
Las investigaciones futuras podrían profundizar en cómo las temperaturas extremas impactan la productividad general y el desempeño de los políticos, lo que tendría consecuencias reales para la toma de decisiones legislativas y más. Sugieren que gestionar estos efectos será esencial para mitigar los impactos del cambio climático en los procesos democráticos y la gobernanza. Dos últimos detalles: las mujeres eran ligeramente menos sensibles a esta diferencia y en España se analizaron los discursos políticos entre 1996 y 2018.
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