
Arqueología
El Santo Sudario de Turín se habría hecho con una estatua como molde
De acuerdo con un reciente estudio, sus características coinciden con la de una estatua en bajorrelieve y no con un cuerpo humano.

Ocupa un sitio privilegiado entre los ornamentos litúrgicos y por varios motivos. Durante siglos ha sido considerado una “prueba de vida” de Jesús: muestra la imagen de un hombre con heridas de crucifixión, tanto frontal como dorsalmente. Mide aproximadamente 4,42 metros de largo por 1,13 metros de ancho. Se trata del Santo Sudario de Turín y también es famoso por su misterioso origen.
Cómo y cuándo se fabricó ha sido tema de debate entre científicos, historiadores y líderes religiosos. Las dos teorías más destacadas son que fue creado como obra de arte durante la época medieval o que se trataba de un trozo de lino que envolvió el cuerpo de Jesucristo tras su muerte hace más de 2000 años.
Sin embargo, la datación por radiocarbono realizada en un estudio de 1989 sobre el Santo Sudario de Turín lo fechó entre 1260 y 1390, lo que coincide con la teoría medieval. Posteriormente, en 2005, un equipo liderado por Raymond Rogers argumentó que la muestra analizada mediante la datación por radiocarbono provenía de una zona que había sido reparada y, por lo tanto, era más reciente que la tela original.
Más recientemente, en 2022, se analizó un único hilo del sudario con un método nuevo (y algo controvertido) basado en la dispersión de rayos X de gran angular (WAXS), que afirmaba que el sudario databa del siglo I d. C. Si estos resultados son fiables, la tela estaría más cerca de la época de Jesús.
Otro estudio, este en 2018, examinó los patrones de sangre en el sudario y los consideró incompatibles con lo que se esperaría de un hombre fallecido tumbado. De hecho, los autores afirmaron que estos patrones de sangre eran “totalmente irreales”. Esto llevó a la idea de que la sangre podría haber sido añadida al sudario de una manera más artística después de su creación.
Ahora, un nuevo estudio ha utilizado modelado 3D para aportar más evidencia al debate. El estudio compara impresiones digitales de una figura humana tridimensional y una representación artística en bajorrelieve de un humano sobre una lámina plana. La idea es que cuando un objeto 3D se envuelve con una lámina 2D, como un trozo de tela, la huella resultante se distorsiona y parece mucho más ancha que cuando se mira directamente al objeto 3D.
La huella digital en la superficie 2D, proyectada sobre la figura humana 3D, apareció ensanchada y distorsionada, como era de esperar, a diferencia de la huella del Sudario de Turín real. En cambio, el modelo en bajorrelieve produjo una huella mucho más coherente con la apariencia real del Sudario.
“El patrón de contacto generado por el modelo en bajorrelieve es más compatible con la imagen del Sudario, mostrando una menor distorsión anatómica y una mayor fidelidad a los contornos observados, mientras que la proyección de un cuerpo en 3D resulta en una imagen significativamente distorsionada”, señala el líder del estudio, Cicero Moraes.
Si bien este estudio no aporta información específica sobre la datación del Sudario de Turín, sí respalda la idea de que se trataba de una representación artística. El arte en bajorrelieve también era común durante la época medieval, por lo que este tipo de creación se corresponde con lo que podría haberse hecho en esa época.
Moraes anima a otros a probar el software gratuito y accesible utilizado en el estudio para replicar los resultados o profundizar en otras curiosidades históricas.
“Este trabajo no solo ofrece otra perspectiva sobre el origen de la imagen del Santo Sudario de Turín – concluye Moraes -, sino que también destaca el potencial de las tecnologías digitales para abordar o desentrañar misterios históricos, entrelazando ciencia, arte y tecnología en una búsqueda colaborativa y reflexiva de respuestas”.
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