Banco Santander colabora con las administraciones públicas para construir una España más sostenible

Nos encontramos ante un momento de transformación perfecto para reflexionar sobre el futuro que queremos construir: un futuro más verde, más inclusivo, más sostenible y más humano.

En este ejercicio de definición, cualquier esfuerzo cuenta y, por eso, todas las instituciones y agentes sociales, desde la ciudadanía hasta las empresas y corporaciones, pasando por las administraciones públicas y las entidades locales, están llamadas a este reto fascinante que tenemos por delante de hacer un país más sostenible.

Para avanzar en ese sentido, la colaboración público-privada juega un papel fundamental a la hora de mejorar nuestras ciudades y comunidades. En este modelo basado en la cooperación, empresas privadas e instituciones públicas aúnan esfuerzos para conseguir un objetivo común, basándose en la eficiencia, la transferencia y la innovación. En el caso de la financiación sostenible, se da el impulso necesario a aquellos proyectos que, por su naturaleza, están relacionados con beneficios tangibles para la ciudadanía.

En esa línea, Banco Santander, siempre comprometido con el bienestar social, pone su granito de arena ofreciendo diferentes productos y servicios que tienen por propósito mejorar la vida de las personas a través de los planes sostenibles institucionales.

Mirando hacia el futuro

Mediante la financiación sostenible, las entidades privadas dotan de medios a las administraciones para que lleven a cabo proyectos con un alto valor medioambiental y social. De esta manera, los gobiernos regionales no están solos en su hoja de ruta hacia el futuro, sino que cuentan con el respaldo económico de algunas de las grandes entidades financieras de nuestro país.

Entre las actuaciones que llevan a cabo esos planes sostenibles, se encuentran temas de gran importancia en la actualidad, como la gestión sostenible del agua y de los recursos naturales; la prevención y el control de la contaminación; la eficiencia energética; el transporte limpio; la energía renovable; o la protección de la biodiversidad terrestre y acuática.

También se pueden encontrar proyectos de índole social, como la construcción de infraestructuras básicas asequibles; el acceso a servicios esenciales, educación, vivienda social, generación de empleo o la mejora y el empoderamiento económico de los ciudadanos.

Además, con la mirada puesta en ir poniendo ya los cimientos de las infraestructuras del futuro, también es necesario aplicar estos criterios de sostenibilidad y resiliencia a las nuevas construcciones de edificios públicos como centros de salud, hospitales, residencias para mayores e instalaciones deportivas. Esta transformación va mucho más allá de la estética, puesto que se trata de hacer ciudades y regiones más habitables, inclusivas y verdes, desde las propias fases de diseño de sus nuevos proyectos.

Más de 2.000 millones de euros en financiación sostenible, gracias a Banco Santander

Sin embargo, todo lo anterior requiere de una inversión inicial que a veces puede superar las expectativas o suponer un desembolso que no siempre pueden afrontar solas las comunidades autónomas. Ahí es cuando entra en juego la colaboración público-privada, con la voluntad de seguir apostando fuerte por la integración de políticas sostenibles en el día a día de las instituciones.

En el Santander llevan años apoyando a las administraciones en sus retos sociales y medioambientales y, en su apuesta por el futuro, lo van a seguir haciendo en los próximos años con la misma determinación.

De hecho, en los dos últimos ejercicios, el banco ha formalizado más de 2.000 millones de euros de financiaciones calificadas como sostenibles con muchas instituciones de diferentes puntos de nuestra geografía, como la Comunidad de Madrid, la Xunta de Galicia, la Junta de Andalucía y el País Vasco.

A través de préstamos bilaterales etiquetados como sostenibles o la participación de emisiones de bonos verdes y sociales, Banco Santander ha contribuido al despegue de iniciativas y proyectos que buscan mejorar el desempeño de nuestras administraciones en áreas como el medio ambiente, la responsabilidad social y el gobierno corporativo.

Transformar la inversión pública es necesario para transformar la inversión de nuestro futuro. Así, será posible dibujar una España mejorada, más resiliente y sostenible, mediante el desarrollo de los planes autonómicos y el impulso financiero de entidades como Banco Santander. Ahora, administraciones y bancos no son extraños en el camino, sino que actúan como socios con una misma meta: escribir una versión del futuro mejor para todos.