Violencia de género
El PP pide medidas para proteger a los menores que sufren «violencia ambiental» en sus hogares
En españa hay actualmente cerca de un millón de menores que viven en un entorno de violencia de género y que, incluso en ocasiones, son utilizados como arma arrojadiza entre los padres
El PP en Les Corts Valencianes han presentado una proposición no de ley que pretende que se dispongan los mecanismos necesarios para prevenir la violencia ambiental y atajar los efectos psicológicos perniciosos que causan sobre los menores.
La violencia ambiental, como su propio nombre indica, es aquella que está en el ambiente y se refiere a la que «respiran» los niños que viven en entornos familiares donde existe la violencia de género.
De hecho, según datos del Consejo General del Poder Judicial basados en distintos estudios realizados durante años, en torno al 75 por ciento de las mujeres asesinadas tenían hijos. Menores que seguramente han estado viviendo a diario situaciones de violencia verbal o física hacia su madre y, tal vez, hacia ellos mismos.
Con la entrada en vigor del Convenio de Estambul, la creación del Estatuto de la Víctima del Delito y la Publicación de la Ley Orgánica de protección de infancia y adolescencia, se fijan parámetros claros y contundentes para entender que los menores tienen un estatus jurídico propio: pasan a considerarse sujetos de derecho, dignos de protección frente a sus progenitores, con derecho a ser oídos y escuchados.
Señala el PP que esta nueva normativa reconoce un tipo de violencia que hasta ahora no se preveía legalmente: la violencia ambiental, que significa reconocer que los niños y niñas son víctimas de violencia de género por el hecho de vivir en un entorno de violencia de género, aunque no sufran ataques directos hacia su persona, siendo el objetivo en estos casos que el o la menor puedan salir de ahí y poder crecer en un entorno libre de violencia.
Y es que muchos menores viven en sus hogares diariamente situaciones de violencia que les afecta y puede incluso llegar a alterar su personalidad con un riesgo elevado de reproducción de conductas nada deseables ni para su futuro ni para la sociedad. Necesitan ayuda, aunque ellos no la sepan pedir.
Las situaciones comprometidas se desatan o pueden agravarse con la separación de los progenitores en las que muchos de estos menores se convierten en víctimas mudas o, lo que es peor, en armas arrojadizas.
Es evidente y así se ha demostrado en diferentes estudios que la violencia de género no afecta exclusivamente a la mujer sino que repercute ineludiblemente en los niños y niñas que conviven con el maltratador y su víctima y que sufren las repercusiones de esta violencia llegando a mostrar problemas de diferente índole en su desarrollo psicosocial.
Por todo ello, el PP reclama promover actividades formativas tendentes a la prevención y detección de los menores expuestos a la violencia de género, así como desarrollar un protocolo de actuación dirigido a los profesionales para establecer acciones que garanticen la ayuda necesaria así como la protección del menor expuesto.
Casi un millón de menores
Según diferentes estimaciones alrededor de 800.000 menores en España se encuentran inmersos en situaciones de presión y control y viven un tipo de relación basado en el abuso de poder y la desigualdad en sus hogares.
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