La quinta parte de la superficie de cultivo valenciana ha sido abandonada

La crisis del sector agraria nunca es tan gráfica como cuando se hacen públicas las cifras de abandono de cultivos: la Comunitat Valenciana cuenta ya con 161.567 hectáreas de tierras en las que se ha dejado de cultivar por falta de rentabilidad. En concreto, durante este año la superficie agrícola ha descendido en 2.225 hectáreas, es decir, un 1,4 por ciento con respecto al año pasado.

Así se desprende del estudio realizado por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) elaborado a partir de la Encuesta Esyrce del Ministerio de Agricultura. Según estos datos, los agricultores de la Comunitat Valenciana dejan de cultivar seis hectáreas cada día. De esta manera, indicaron ayer desde AVA, la agricultura valenciana encabeza de una manera «todavía más abultada» el «ránking» nacional de tierras abandonadas.

Las comunidades autónomas que le siguen en número de hectáreas baldías son Castilla-La Mancha (153.446 ha), Andalucía (129.477 ha), Castilla y León (126.172 ha) y Aragón (109.545).

El presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, aseguró que la «dramática crisis de rentabilidad que arrastra la mayoría de cultivos valencianos está detrás del envejecimiento sin precedentes de la población agraria». Añadió que «el gobierno del Botànic sigue sin reaccionar, se desentiende de los agricultores y prefiere estar en otras cosas».

Explicó que «los presupuestos de la Generalitat valenciana son absolutamente inútiles para revertir el abandono de tierras, ya que recortan las partidas que favorecerían la necesaria transformación y modernización de los campos».

Por el contrario, apuntó, «el reparto de los fondos destinados a la Conselleria de Agricultura beneficia a las líneas paisajísticas o ambientales como la lucha contra el cambio climático ¿Cómo esperan mejorar el medioambiente de la Comunitat si dejan tirados a los agricultores?», se preguntó Aguado.

Apuesta por las frutas tropicales

El abandono creciente y masivo de cultivos tradicionales como los cítricos -que representan casi la mitad de las hectáreas descuidadas- o las hortalizas, se produce acompañado por una apuesta cada vez mayor por frutas tropicales como el kiwi, cuya producción crece este año un 10,2 por ciento, o el aguacate, que se incrementa un impresionante 56,9 por ciento.