Sociedad

Tú me das tu plástico y yo te doy mi tela

Costureras contra el cambio climático, un grupos de mujeres y hombres de un barrio de Valencia empeñados en salvar el planeta

Costureras por el Cambio Climatico, se dedica a convertir retales que les donan en bolsas de tela que sustituyan a las bolsas de plástico
Costureras por el Cambio Climatico, se dedica a convertir retales que les donan en bolsas de tela que sustituyan a las bolsas de plásticoKIKE TABERNER

Mientras los grandes líderes mundiales se reúnen en la Cumbre del Clima para establecer las líneas maestras con las que intentar frenar el cambio climático, en Valencia un pequeño grupo formado por una veintena de mujeres y tres hombres han ideado una iniciativa para, desde la base social, salvar el planeta.

«Tú me das tu plástico y yo te doy mi tela», es el lema de la campaña. «Nuestra idea es conseguir que Valencia sea la primera ciudad libre de plásticos de un solo uso».

Para ello, los integrantes de la plataforma ciudadana Valencia Saludable, Teresa Faus y Alberto López explicaron en la Asociación de Vecinos Rovella-Fonteta de San Luis los problemas que ocasionan los plásticos en los mares. Inmediatamente las mujeres fueron conscientes de la situación y decidieron ponerse a trabajar para combatirlo.

Su primera idea fue colaborar con aquellas cosas que sabían hacer: coser. «Primero debíamos conseguir telas para hacer las bolsas, pero no queríamos paños nuevos, sino aprovechar aquellos que fueran a desecharse y que tuvieran la fuerza suficiente para aguantar el peso de la compra». Conocen que la industria textil es una de las más contaminantes y eligieron la economía de la colaboración.

En redes sociales y a través del boca a boca, pidieron telas para reciclar. Muy pronto consiguieron los metros necesarios. Retales de cortinas, fundas de sofá, de colchones, sábanas, e incluso de trajes de fallera llegaron a la asociación.

La profesora de costura, Sebastiana Maeso, se encargó de hacer los patrones e inmediatamente se pusieron a trabajar. Alberto, José y Pompeo cortaron las piezas que después montaron y cosieron Emilia, Josefa, Pepita, Rosa, Adela, Magdalena, Rosita, Maruja, Mercedes, Isabel, María..., todas ellas entre 65 y 86 años.

La cadena funcionó, y en solo seis días las costureras contra el cambio climático realizaron 240 bolsas únicas y diferentes entre sí.

Días después comenzó el trabajo de concienciación social. Un grupo de las más jóvenes, acompañadas de algunos miembros de Valencia Saludable acudieron a las puertas de un supermercado. Allí ofrecieron su canje.

A cada uno de los clientes que salían con bolsas de plásticos llenas de compra les ofrecían cambiarlas por las suyas. «Si tú me das tu plástico, yo te doy mi tela». Pero además del cambio explicaban a los interesados la importancia de acabar con los plásticos de un solo uso.

Además, en colaboración con los comerciantes del Mercado de Ruzafa, han repartido unas bolsas de rejilla para meter en ellas las frutas y verduras que se compren.

Esta es la próxima iniciativa prevista. Con una subvención municipal han adquirido unas telas especiales para hacer los nuevos envoltorios. «Se trata de eliminar todas las bolsas de plástico y que los consumidores compren las verduras y frutas a granel y las metan en estas nuevas».

Las costureras contra el cambio climático están convencidas de que estos pequeños gestos que nacen de la base social tienen muy buen resultado. «Nosotras ya no lo veremos, pero es necesario que tomemos medidas y que cada uno de nosotros contribuya en lo que tengamos a mano para que nuestros nietos pueden vivir». Algunas de estas mujeres recuerdan que cuando eran jóvenes hacían la compra con sacos de tela como los que ahora ellas elaboran.

Los hombres de la asociación quieren colaborar más y han llegado a un acuerdo con ellas. A partir de ahora les van a enseñar a coser y a utilizar las máquinas para ayudar en la confección.

Entre sus proyectos también figura desarrollar viviendas colaborativas y establecer en los colegios de la zona huertos urbanos para que los niños planten, cuiden y consuman aquellos productos que han visto crecer y que están próximos a ellos.