Agricultura

AVA no descarta denuncias al Consell por la expansión de la Xylella

La organización agraria considera un error dificultar la ampliación del Puerto de Valencia

Cristóbal Aguado, presidente de AVA-Asaja
Cristóbal Aguado, presidente de AVA-AsajaKIKE TABERNER

El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores, Cristóbal Aguado, calificó el año 2019 como “malo para la agricultura” y “desastroso” para la citricultura: “el peor de los últimos 50 años".

En el balance agrario del año 2019, Aguado destacó que no se estaba ejecutando el plan de erradicación de la Xylella, sino más bien un plan de contención. Y que por ello no se está frenando su expansión, por lo que anunció la posibilidad de que agricultores que ven como el riesgo se les acerca, acaben denunciando la inacción del Consell: “desde luego, si algún asociado viene a AVA buscando asesoramiento jurídico, atenderemos su solicitud”.

El presidente de AVA fue muy duro con la actual consellera de Agricultura, Mireia Mollà, y por extensión, con su partido Compromís, al que pidió “menos pensamientos idílicos y más proximidad, más diálogo”. En este sentido, reclamó una Conselleria de Agricultura “porque los primeros ecologistas somos los agricultores”, y acusó al equipo de la Conselleria de Agricultura y Transición Ecológica de ocuparse solo del medio ambiente. Y en este sentido, criticó duramente la oposición de la consellera Mollà a la ampliación del Puerto: “si el Puerto mueve la economía, la mueve para todos. Creo que es un error que cuando se está a punto de llegar a la meta, se le quita el aire y se le pone la zancadilla. Si ya se hicieron los informes, ya se hicieron. Eso no se plantea en Barcelona, ni en Tarragona, ni en Tánger... y solo dice lo cainitas que somos los valenciamnos”. Aguado considera que “el Puerto de Barcelona quiere quitar la cartera al de Valencia. Ningún partido en Cataluña va en contra de los intereses de Cataluña”.

El presidente de AVA recordó que cuando Ximo Puig era secretario general del PSPV, se negoció con todos los sectores un plan agrario, que era muy importante y hubiera supuesto una revolución en el campo valenciano que lo hubiera sacado del siglo XIX en el que se encuentra. “Pero las competencias son de Compromís y el presidente respeta el reparto de competencias. No sirve de nada que se carguen a Mollà si ponen a otro conseller de Compromís”.

Respecto al balance, el presidente de AVA dijo que 2019 había sido un año malo y que las inclemencias meteorológicas habían provocado 350 millones de déficit, de los que cien millones han sido originados por la gota fría (DANA) de septiembre. En el sector citrícola “ha sido el peor año de los últimos cincuenta”, si bien reconoció que el inicio de esta campaña “ha sido mejor por la reducción del 30 por ciento de la producción”.

Por sectores, el informe de AVA da el aprobado a la uva para la elaboración de vino, pero no así para la elaboración de cava. También aprueba el sector de las patatas y cebollas, pero suspenden la sandía y el melón, el pimiento y el tomate. Mejor parado salen las alcachofas, la lechuga y la col. El arroz se mantiene estable en un año marcado por la cláusula de salvaguarda de la Comisión Europea al arroz procedente de Camboya y Myanmar. La frutales de hueso han registrado también un mal año 2019, al igual que el caqui, la granada y el olivar. Sí ha sido un buen año para el aguacate, el kiwi, la algarroba y la chufa, y han conseguido mantener la estabilidad la almendra y los cereales. La agricultura ecológica también se mantiene en el aprobado al igual que la avicultura, y despunta el porcino, aunque suspende la cunicultura, el ovino, el caprino, las reses bravas y el vacuno. También ha sido una mal año para la apicultura.

Desde AVA pidieron al gobierno del Botànic que “se planten” en Madrid para negociar un capítulo económico “que ahora no tenemos”, y dijo que la primera legislatura del Botànic había sido “perdido”. Aguado hizo mucho hincapié en que el PSOE había renunciado absolutamente a su programa agrario “que era el mejor de los últimos años”. Instó a formar la “Taula Agraria valenciana” pero insistió en que debía tener “el compromiso de cumplimiento de la consellera y de su equipo”.

También denunció que el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), pese a tener investigadores de primer nivel, había dejado de ser un centro de referencia".

Advirtió que el caqui estaba entrando en un profunda crisis y que muchos campos se iban a arrancar sin opción de sustitución, “porque el precio al que vende el paquistaní el caqui que se queda en el suelo, es diecisiete veces superior al que cobra el agricultor, y si se compara como el precio en el Mercado Central, la proporción sube a treinta veces el precio en el campo”, que según desveló era de diez céntimos por kilo de caqui.

Dijo del cambio climático que “la puerta de entrada del desierto africano en Europa es el sudeste español” y que dicha zona necesitaba regadío por lo que pidió “un plan nacional de regadíos, porque el agua que se tira al mar, no produce riqueza”. Añadió por último que “la mancha marrón” de los campos abandonados superaba ya en la Comunitat Valenciana las 160.000 hectáreas".