El fin más digno

La falla municipal se quemará en los próximos días, de noche (posiblemente el 19 de marzo), sin público y sin avisar para evitar aglomeraciones en torno a la plaza. Arderá en la posición en la que se encuentra actualmente, es decir, la cabeza separada del resto del cuerpo. La decisión de no apilar las dos partes del monumento responde a la simbología que ha adquirido el rostro de la mujer a la que, tras suspenderse las fiestas debido a la pandemia del coronavirus, se le puso una mascarilla gigante. “Acercar el busto al cuerpo significaría tratarla como un trasto viejo, y eso no. Queremos dignificarla y quemarla tal y como se encuentra ahora. Se ha convertido en la imagen triste de todo lo que ha pasado; para que pase rápido. Y a ver si con el calor de las llamas se muere el coronavirus”, ha bromeado al respecto Manolo Martín, uno de los artistas falleros responsable del monumento municipal. “El fin más digno para una falla es que se queme”.

Las escenas del monumento, es decir, las figuras secundarias que se pensaban colocar por toda la plaza, se guardarán para las atípicas fallas de julio. “Nos gustaría hacer algo más. Da tiempo”.

En cuanto al año que viene, “queda muy lejos”, ha apuntado Martín, quien cree que “están en juego las Fallas de 2021”. Si la pandemia no se soluciona en junio, pregunta, “¿las guardamos para el año que viene? guardar a la largo plazo no se puede, ¿qué hace el gremio? Eso sería tremendo”.

El artista fallero ha reconocido que el colectivo está “fatal”. “Estamos intentando minimizar el tema".