Tribunales

El peso del expediente en papel dificulta el teletrabajo en los juzgados

Jueces y fiscales reconocen que se ha avanzado pero se está muy lejos de la Justicia del siglo XXI

La Ciudad de la Justicia de Valencia
La Ciudad de la Justicia de ValenciaKike Taberner

Jueces y fiscales valencianos consideran que el peso que siguen teniendo en nuestra Administración de Justicia los trámites presenciales y el papel limita sus posibilidades de trabajo a distancia durante el confinamiento actual, lo que evidencia en su opinión la necesidad de modernizar el sistema judicial.

El Consejo General del Poder Judicial ha suspendido muchos de los procedimientos, pero otros siguen su curso porque afectan a derechos fundamentales, de modo que jueces y fiscales deben seguir atendiendo a sus responsabilidades.

Algunos profesionales consultados afirman que las posibilidades abiertas por las nuevas formas de comunicación digital han permitido salir de la situación de emergencia creada por la pandemia, pero todos coinciden en que está muy lejos el escenario de una Administración judicial del siglo XXI.

Así, por ejemplo, una magistrada de sala explica que están celebrando las deliberaciones por WhatsApp, correo electrónico o incluso mediante aplicaciones telefónicas que permiten conversaciones a tres bandas: el juez de guardia acude físicamente a la sala, mientras que sus dos compañeros en el tribunal conocen su propuesta a través de medios digitales, y así participan en la deliberación.

Otro ejemplo: un juez de Instrucción puede interrogar, por videoconferencia y desde su juzgado, a un detenido que está en comisaría, con asistencia de abogado y fiscal. Otra cosa son los testigos cuando se trata de un juicio; en muchas ocasiones las vistas han de ser suspendidas, dado que los testigos no pueden acudir.

En todo caso, la citada magistrada de sala señala que, si bien ante la emergencia están pudiendo trabajar, entre otras razones por el buen funcionamiento de los ordenadores suministrados por la Generalitat, todavía falta muchísimo para una buena Administración de Justicia digitalizada.

Por su parte, la fiscal contra los Delitos de Odio, Susana Gisbert, apunta que ésta puede ser una oportunidad para entender que se podría trabajar de otra manera en nuestra Administración de Justicia si se pusieran los medios tecnológicos, se reformaran algunas leyes procesales y se actualizara la jurisprudencia del Supremo y el Constitucional.

“Se está poniendo de manifiesto la obsolescencia del sistema de trabajo y procesal que padece nuestra Administración de Justicia”, lo que “nos da la razón a muchos en nuestras reivindicaciones de los últimos años”, opina.

Otra fuente fiscal valenciana apunta que se ha avanzado mucho, por ejemplo dotando de ordenadores integrados en una red compartida para cada miembro de la Fiscalía. Sin embargo, la misma fuente coincide en que el expediente sigue siendo en papel, y queda mucho para el deseable expediente digital.

Gisbert precisa que los ordenadores integrados en una red compartida permiten a los fiscales valencianos archivar sus escritos, pero no incorporarlos al procedimiento.

“Aquí tengo una maleta para llevarla al juzgado cuando tenga guardia. Entonces será cuando mis escritos se incorporarán a los procedimientos en curso. Creo que de esta crisis debemos extraer la conclusión de que no es posible seguir con este sistema de trabajo, estas leyes procesales y esta jurisprudencia presencialista y decimonónica”, señala.