Especiales

Educación

Test y doble control de temperatura, un plus anticovid en colegios privados

El IALE de Valencia hará test rápidos “cada 21 días” a todo el personal del centro

Preparativos vuelta a clase
Test rápidos al personal, doble control de temperatura a alumnos o establecer sitios fijos en el transporte, el comedor y las aulas son el plus de seguridad anticovid que colegios privados de la Comunitat Valenciana como IALE (en la imagen) , en L'Eliana (Valencia), han adoptado ante el inicio del atípico curso 2020-21BIEL ALIÑOEFE

Test rápidos al personal, doble control de temperatura a alumnos o establecer sitios fijos en el transporte, el comedor y las aulas son el plus de seguridad anticovid que colegios privados de la Comunitat Valenciana como IALE, en L’Eliana (Valencia), han adoptado ante el inicio del atípico curso 2020-21.

Así lo cuenta a EFE el director del grupo IALE y presidente de la Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza Privada en la Comunitat Valenciana (Acade), Alejandro Monzonís, que resalta que “el 90 por ciento” de los colegios privados llevará a cabo estas medidas más estrictas para evitar contagios.

Con 54 años de historia, el colegio bilingüe IALE, con más de 700 alumnos de Infantil a Bachiller, nació en 1967 con dos aulas de jardín de infancia en una pequeña casita, pero con la próxima ampliación sumará más de una decena de edificios y cerca de 60.000 metros cuadrados, cuya desinfección tienen totalmente prevista.

Medidas extra anticovid

Una gran alfombra para limpiar los zapatos recibirá a los alumnos en las diferentes entradas habilitadas para cada etapa y un par de personas, bajo un toldo o pérgola que les protege del sol o la lluvia, les tomarán la temperatura, que se volverá a tomar sobre las 16 horas, cuando supuestamente suben los picos de fiebre.

Ofrecerán a los alumnos gel hidroalcóholico antes de que se encaminen a sus aulas, siguiendo el recorrido diseñado para diferenciar idas y venidas con huellas de pie, mientras a los padres no se les permitirá el acceso por precaución.

El IALE hará test rápidos “cada 21 días” a todo el personal del centro y ha distribuido unos 90 dispensadores de gel hidroalcohólico en todas las aulas, despachos, aseos y zonas comunes, con un sistema automático sin contacto.

El centro también entregará a alumnos y personal docente mascarillas de color azul, con posibilidad de incorporar filtro, mientras que el personal de jardinería y mantenimiento llevará unos modelos más específicos.

Los sitios que ocupan los niños que llegan en autobús serán fijos, al igual que los de las clases y el comedor para que siempre estén situados igual y rodeados por los mismos compañeros “y sea más fácil seguir la trazabilidad” en caso de un contagio, apunta la directora del colegio, Carmen Valero.

Cambio de rutinas

La preparación del curso ha llevado a “cambiar las rutinas” puesto que si antes era el profesor quien tenía un aula fija y los alumnos iban cambiando de clase, ahora será al revés; además, se ha destinado el edificio de los ciclos medios de grado -están en construcción sus nuevas instalaciones- como sala para profesores.

También se ha cambiado el funcionamiento del comedor, que usa el 99 por ciento del alumnado, pues en Primaria se sentará a los niños en sitios fijos y se les servirá, en vez del habitual autoservicio, que sí usarán en Secundaria y Bachillerato aunque con modificaciones: cogerán su bandeja pero cubiertos, servilleta y vaso irán en un kit individual.

Valero explica que tienen contratada “desde hace años” a una médico que hace el horario escolar y cuyo gabinete médico será el espacio covid que se exige para poder aislar a un posible alumno o profesor sospechoso de contagio.

Bajada de ingresos y ayudas a los padres

El final del curso pasado, debido al cierre por el estado de alarma, los colegios privados dejaron de percibir “entre un 30 y un 60 por ciento” de la facturación habitual del curso, ya que no se ingresó por transporte, por alimentación ni por actividades extracurriculares, recuerda Monzonís.

En el caso de IALE, se pusieron “en la piel de los padres”, muchos en ERTE o con el negocio cerrado, e hicieron descuentos en las últimas cuatro mensualidades, “del 6 al 90 por ciento” según la etapa educativa, pero “todos tuvieron bonificaciones, desde los de 1 año hasta los de Bachiller”, subraya.

Monzonís lamenta que la enseñanza privada no haya recibido ayudas “ni del Gobierno central ni del autonómico”, ni siquiera mascarillas para los alumnos, y apunta que para este curso mantienen los precios, han bajado el coste de los uniformes y no repercutirán el gasto de las medidas anticovid en las mensualidades.

Mensaje a los padres

Transmite “tranquilidad” a los padres ante la inminente vuelta al cole porque “nadie quiere trabajar si no tiene todos los medios adecuados”, y aunque reconoce que hay “incertidumbre y preocupación” ante una situación “atípica y extraña”, asegura que están “preparados”.

”Queramos o no, tenemos que aprender a convivir con la mascarilla” porque la covid está “en la puerta y no hay que tenerle miedo pero sí respeto”, sostiene para concluir: “Somos muy meticulosos respecto a todas las medidas sanitarias para garantizar tranquilidad a padres, profesores y alumnos”.