El amante de Maje, incapaz de relatar cómo cometió el asesinato: “llevo tres años intentando olvidarlo”

Salvador, el novio de Maje, la viuda negra de Patraix ha sido incapaz de relatar en el juicio cómo mató a Antonio, su marido, en agosto de 2017. Su relato ha llegado hasta el garaje donde ocurrió el crimen, pero cuando le ha preguntado el fiscal cómo fue, si le atacó por la cara o por la espalda y le ha pedido detalles, solo ha podido balbucear “de cara, por la espalda, no” y ha roto a llorar visiblemente nervioso. El juez le ha ofrecido un receso, pero el acusado ha dicho finalmente que prefería no contestar a esa pregunta.

Anteriormente, también había pasado de puntillas sobre le momento del crimen: “Me escondí en una de las plazas. La plaza de al lado nadie la movía. Fue todo muy rápido. No me acuerdo. Llevo tres años intentado olvidarlo”.

Obviando el momento exacto en que acuchilló a Antonio, Salvador ha proseguido el relato: “tiré la ropa por los alrededores. Me fui a mi casa. Le preparé la comida a mi hija. Habíamos quedado que yo cambiaría el estado del whatsapp. Me desplacé al domicilio de la hermana. Hablé con ella y se lo comenté y quedamos en que no nos veríamos hasta pasado un tiempo”.

Salvador también ha explicado que “seguíamos viéndonos. Más cerca de noviembre tuvimos una discusión. Yo descubrí porque se dejó la sesión abierta de su correo en mi ordenador y descubrí un par de mensajes de José y decía de buscarse una casa en Riba Roja. Después de eso me distancié. Luego hablamos cuando ya tenían un sospechoso. Yo le dije que yo me haría cargo y que la exculparía de todo".

Antonio también ha explicado que cambio su declaración e inculpó a Maje “porque me lo pidió mi hija”.

La defensa de Maje ha intentado que el acusado, autor material de la muerte, incurriera en contradicciones, si bien las explicaciones que le ha dado el magistrado de las preguntas del abogado, han aclarado lo que en un principio podía interpretarse como tal. Salvador ha reconocido que le había llegado a afectar el descubrir otras relaciones de Maje, pero ha mantenido que mintió en su declaración inicial para protegerla.

Por su parte, interrogado en último lugar por su abogada defensora, Salvador ha dicho que estaba enamorada de Maje “no obsesionado”, algo que a priori podría chocar con la línea defensa que desde el primer momento sostiene la enajenación transitoria como el motivo del comportamiento criminal de Salvador.

Por último, y nuevamente entre lágrimas, el asesino de Antonio ha pedido perdón a la familia de éste.