Lactancia
¿Por qué la sociedad debe promover la lactancia materna?
Los bebés que han sido amamantados durante los primeros seis meses tienen menor riesgo de sufrir enfermedades
La sociedad en su conjunto debería de proteger, promover y apoyar la lactancia materna como la forma “natural” de alimentar al recién nacido y niño pequeño. Haciendo especial hincapié en la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida. Una vez transcurrido este periodo, se recomienda introducir una correcta alimentación complementaria, que como su palabra indica completa la alimentación láctea, pero no la sustituye.
La leche materna debería ser el principal alimento hasta el año de edad, y fomentar su prorrogación hasta los dos años o incluso más, si es el deseo de la madre y/o el lactante, como un alimento más en la dieta del lactante, pero de alto valor biológico.
Es clave tener en cuenta una serie de recomendaciones sencillas, pero importantes para un buen establecimiento de la lactancia. Tras el parto siempre se produce un cambio en la situación hormonal, que favorece la subida de la leche, pero para que la producción láctea se mantenga, los pechos necesitan del estímulo de la succión, es decir de que el lactante mame frecuentemente, especialmente durante el primer mes de vida, de este modo garantizamos producir toda la leche que el bebé necesita. Por ello es fundamental:
- Inicio contacto temprano de piel con piel tras el parto
- Ofrecer el pecho a demanda sin imponer horarios.
- No restringir la tomas nocturnas
- Asegurar que el recién nacido tome unas 10-12 veces en 24 horas
- No ofrecer suplementos de fórmula ni ningún otro liquido
- Evitar ofrecer chupetes y biberones hasta que la lactancia este bien consolidada
Lo que los padres y la sociedad deben saber
La leche materna contiene miles de ingredientes con actividad biológica, ausentes en la leche de vaca a partir de la cual se elaboran las leches de fórmula infantil, ingredientes que son imposibles de replicar de forma artificial, y que van a contribuir no solo a una correcta nutrición del lactante, sino también a el desarrollo y crecimiento de numerosos órganos y tejidos, aportando a su vez numerosos factores de defensa contra agentes patógenos. La leche humana sentará las bases de una futura salud, siendo menor el riesgo de enfermedades en la infancia y en la edad adulta en los bebés amamantados.
Lo anteriormente dicho apoya que los bebés alimentados con leche materna durante los primeros seis meses de vida, tengan menor riego de sufrir enfermedades y en el caso de enfermar, su recuperación sea más rápida que en aquellos que son alimentados con leche de fórmula, una leche que carece de sustancias bioactivas específicas para luchar contra la infección, y que si están presentes en la leche humana.
También los bebés alimentados con leche de fórmula presentan el doble de riesgo de muerte súbita del lactante comparado con los que son amamantados.
La leche humana contribuye no solo al crecimiento físico y maduración inmunológica sino también al desarrollo cerebral del bebé. Un grupo de investigadores, encontraron una asociación directa entre la leche humana y mejores ingresos económicos en la edad adulta, siendo el coeficiente intelectual el responsable. No ser amamantado, priva al lactante de un desarrollo cognitivo superior, especialmente en el lenguaje, la capacidad motora y la percepción visual. Así mismo, el riesgo de sufrir trastornos por déficit de atención es mayor en los alimentados con leche de fórmula comparada con los amamantados.
En definitiva, la leche materna revierte en niños y adolescentes más sanos, más equilibrados psicológicamente y con menos problemas de conducta, hiperactividad, depresión y ansiedad. Pero también las madres que amamantan tienen menos riesgo de sufrir enfermedades como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer de mama, ovarios y útero.
Además que, alimentar al bebé con leche de fórmula priva a la madre del papel relajante y ansiolítico que tiene la hormona oxitocina, que contribuye a su vez a disminuir el umbral del dolor, el estrés y la depresión postparto. A la vez que, las madres que no amamantan tardaran más en recuperar el peso previo al embarazo.
Los riesgos de la leche de fórmula superan con creces a sus pocos beneficios. Apoyemos entre todos la lactancia materna.
Puedes enviar tus consultas a consultalactancia@larazon.es
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