Sucesos

Cuatro años de prisión por violar a una mujer tras una noche de alcohol

Se les aplica la atenuante de embriaguez por lo que se reduce la pena

Los dos acusados estuvieron bebiendo cervezas con la víctima
Los dos acusados estuvieron bebiendo cervezas con la víctimaAYUNTAMIENTO DE ALICANTEAYUNTAMIENTO DE ALICANTE

Dos hombres de 45 y 40 años, de nacionalidad ecuatoriana, han sido condenados a una pena de cuatro años de prisión cada uno por violar a una mujer, amiga de uno de ellos, después de haber pasado una tarde tomando alcohol con ella.

Los abusos sexuales se produjeron en la noche del 23 de enero de 2018 después de que la mujer acudiese a un bar del barrio alicantino en el que había quedado con el acusado con el que compartía una relación de amistad.

Allí, según la sentencia dictada por un tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia de Alicante, el conocido de la víctima le presentó al segundo procesado y los tres permanecieron juntos durante varias horas tomando cervezas.

Sobre las 23:00 horas, los tres decidieron acudir al domicilio de uno de los acusados para seguir conversando, cantando, bailando y tomando alcohol.

Fue entonces, según la sentencia, cuando los acusados comenzaron a acercarse a la mujer para realizarle tocamientos.

Como respuesta, la víctima de los abusos manifestó su deseo de irse pero los procesados le respondieron que la puerta estaba cerrada y que no encontraban la llave. La reacción de la mujer fue la de dar patadas a la puerta y pedir ayuda, lo que propició que una vecina llamase al 112 para informar sobre el altercado.

Sin embargo, según la sentencia, la patrulla de la Policía Nacional que se desplazó hasta la zona no logró localizar el domicilio en el que estaban transcurriendo los hechos.

Después de que la mujer comenzase a golpear la puerta, los acusados la instaron a tranquilizarse y la arrojaron a un colchón que había en el suelo para comenzar a tocarla, a besarla y a chuparla “con ánimo libidinoso”.

De acuerdo con la sentencia, la mujer, que se encontraba en estado de embriaguez por la ingesta de alcohol, les pidió que se tranquilizasen y que no resistiría ante el temor a ser agredida por los acusados. Así, los dos la penetraron sucesivamente hasta que ella se quedó dormida.

Después, durante la madrugada, la mujer escuchó que uno de los dos procesados había abandonado la vivienda y aprovechó para marcharse y presentar una denuncia en comisaría.

En el juicio, la defensa de los acusados solicitó la libre absolución ya que los dos negaron que hubiesen mantenido relaciones sexuales completas con la mujer, ya que no recordaban lo sucedido al encontrarse bajo los efectos del alcohol.

Únicamente admitieron que besaron a la mujer tras asegurar que ella se lo había pedido. En todo caso, también reconocieron que ella había manifestado su interés por dejar la vivienda y que la puerta se encontraba cerrada con llave.

De ahí que el tribunal considere, en la sentencia, que ese reconocimiento constituye otro elemento probatorio más sobre los abusos, al margen de las rastros biológicos de los dos acusados hallados en la exploración que se practicó a la mujer.

De igual modo, la sentencia también alude a la presencia de hematomas provocados por la sujeción de la víctima como otra prueba adicional de los abusos, así como al testimonio de la vecina que escuchó los gritos de la mujer.

En último término, pese a que la denunciante incurrió en algunas contradicciones e imprecisiones en su relato sobre lo sucedido, el tribunal concluye que los abusos sí se produjeron y atribuye esas vacilaciones al hecho de que se encontrase bajo los efectos del alcohol.

El tribunal aplica la atenuante de embriaguez, con lo que reduce la pena a aplicar a cuatro años de prisión para cada uno de los acusados. Además, les impone la medida de alejamiento por un tiempo de siete años y otros cinco de libertad vigilada.