Gastronomía

La carne sí es de este mundo: el chuletón, muy bien, gracias

Causa común con mayúsculas: pasada, muy hecha, al punto, poco hecha y cruda se convierten en bocados de vocación cotidiana

La excelencia se consigue desde la máxima exigencia en los procesos ganaderos y un seguimiento de trazabilidad único en el mundo
La excelencia se consigue desde la máxima exigencia en los procesos ganaderos y un seguimiento de trazabilidad único en el mundoLa RazónLa Razón

Lo peor de estos tiempos es como se quiere poner en duda verdades que son la brújula culinaria de muchas generaciones. La única verdad es esta. Se impone una lectura compatible con una postura clara: activismo cárnico «full time». La carne sí es de este mundo y, como siempre, es un placer consumirla. Sea del color que sea. Es un principio irrebatible que toda carne debe ser respetada y, por ende, consumirla. Causa común con mayúsculas: pasada, muy hecha, al punto, poco hecha y cruda se convierten en bocados de vocación cotidiana.

Admitámoslo, hoy domingo, pasados las horas oscuras tras las desafortunadas palabras del ministro de Consumo, Alberto Garzón, generosa paciencia la del sector, podemos decir que hacía mucho tiempo que no repetíamos dos veces de manera seguida. “El chuletón, muy bien, gracias”. Nos alivia luchar contra este acoso desde el civismo gastronómico como comensales ejemplares, cumplidores de deberes saludables que otorga la clarividencia del consumo.

No estamos locos, sabemos lo que queremos. Pensamos en la pertinencia de establecer hábitos saludables, sin endiñarle la responsabilidad a determinados productos cárnicos. No podemos caer en la trampa recurriendo a tópicos manidos. Clientes informados, sí, sin consumo adictivo, también, pero no alterados por una campaña desafortunada, basada en informes de una extravagancia fatídica, sin margen de credibilidad y de dudosa oportunidad.

El descontento ha sido masivo y explícito. Hambre de realidad muy comentada. Ganaderos, proveedores, carniceros hartos de artificios fabricados, aburridos de tramas ficticias y de generalizaciones injustas superarán los posibles daños de este enésimo embate. Aparcamos el cabreo durante unas horas.Percibimos la reacción teñida de preocupación del sector cárnico al hablar con Frank Esquiu Marqués, delegado Comercial de Cárnicas Valdi para la zona de Levante: “Mancillar gratuitamente el excelente currículum de la carne roja no tiene sentido”. Sus argumentos son claros “La excelencia se ha conseguido desde la máxima exigencia en los procesos ganaderos y un seguimiento de trazabilidad único en el mundo”.

En el ejercicio de nuestras competencias los clientes debemos mantener el consumo. La inhibición gastrónoma, que nos expone al influjo adoctrinador de los magnates americanos, Bill Gates y Jeff Bezos, entre otros, para conducirnos hasta la carne sintética, puede ser gravemente lesiva para los intereses gustativos. Comparar a una institución ibérica como el chuletón frente a un modelo “óptimo” de hamburguesa sintética se puede convertir en una tragedia. Estamos ante un supuesto delito de falsedad documental al presentar, la magnífica carne vacuna al mismo nivel que otros alimentos procesados en laboratorios. Horas más tarde han aparecido las desautorizaciones y matices que muestran el repudio y la indiferencia a esta “campaña”. Nunca es tarde.

Hay que luchar contra el mal “procesamiento» de los informes. Es una utopía bastante realista poner freno al “austericidio” cárnico. Carnes aviarias, vacunas, ovinas y porcinas de legendaria calidad, exportadas por todo el mundo no pueden ser masacradas sin derecho a réplica. Por suerte, esta campaña no dañará su reputación. Afortunadamente, el mundo cárnico forma un tótem culinario por los cuatro costados y avanza con credenciales vitales.

La arbitrariedad provocada por algunos grupos que quieren imponer el cordón sanitario contra la carne debe ser combatida. El coro de voces críticas contra la campaña de Consumo por abuso de posición dominante, es cada vez más ruidoso. No podemos ser ajenos. Digan sí, rotundamente, al consumo de carne. Su existencia, pero también su gusto, se beneficiará.

Para entender algo mejor lo que está ocurriendo hay que recapitular. No hay que pasar de puntillas. Una máxima dice que la palabra vuela pero lo escrito permanece, claro que no siempre. Espero que si algún día me lo preguntan, poder decir de manera afirmativa que la carne sigue siendo de este mundo. El chuletón, muy bien, gracias.