Sucesos

Alcohol, drogas y el servicio militar en Rusia: así se trastornó el asesino en serie de Alicante que habla a dos voces

Policía Nacional y Guardia Civil detallan una compleja investigación que ha durado varios años

El asesino en serie de nacionalidad rusa al que se le atribuye el homicidio de un agricultor en Los Montesinos (Alicante) y una funcionaria de Justicia de una pedanía de la cercana Elche, en agosto y noviembre de 2020, tiene un perfil psicótico violento con personalidad múltiple y está acreditado que, incluso, “hablaba a dos voces”.

Así lo han puesto de manifiesto los mandos de la Policía Nacional y la Guardia Civil de Alicante que han participado en la operación Phoenix-Progreso, que ha permitido identificar al presunto asesino de estos crímenes al intento de otro anterior en Torrevieja, Nikolay T. un ciudadano ruso de 26 años que tras los asesinatos huyó a Moscú y al poco tiempo mató nuevamente.

Por este último homicidio fue detenido, juzgado e ingresado en un psiquiátrico penitenciario, donde ha sido localizado mediante la Interpol a partir de muestras de ADN.

A falta de un informe forense realizado en España, los análisis de conducta de los investigadores de la Policía Nacional y Guardia Civil, así como otro encargado a la Universidad de Santiago de Compostela, apuntan a que Nikolay T. es un “asesino en serie desorganizado de carácter psicótico” que escogía a las víctimas sin motivación personal, económica o sexual y “totalmente por azar”.

El asesino en serie de nacionalidad rusa al que se le atribuye el homicidio de un agricultor en Los Montesinos (Alicante) y una funcionaria de Justicia de una pedanía de la cercana Elche, en agosto y noviembre de 2020, tiene un perfil psicótico violento con personalidad múltiple.
El asesino en serie de nacionalidad rusa al que se le atribuye el homicidio de un agricultor en Los Montesinos (Alicante) y una funcionaria de Justicia de una pedanía de la cercana Elche, en agosto y noviembre de 2020, tiene un perfil psicótico violento con personalidad múltiple.Guardia Civil

De aspecto caucásico, 1,75 metros de altura, pelo rapado y desplazándose en bicicleta, tiene una personalidad muy compulsiva y exhibe un gran nivel de violencia. Además, físicamente tenía un aspecto de cierto deterioro con ojeras muy visibles con consumos de alcohol y drogas, especialmente desde que regresó de su país tras cumplir dos años de servicio militar obligatorio.

“Las víctimas tuvieron la mala suerte de estar donde no debían y cruzarse con esta persona”, en palabras del inspector de la Policía Nacional Pedro Puigcerver, quien ha asegurado que actuaba completamente al azar y, como se suele decir coloquialmente, mataba “al que le tocaba”.

La investigación obtuvo un gran impulso hace unos meses a partir de que se pidiera la colaboración ciudadana difundiendo unas imágenes del sospechoso y unas amigas de Nikolay le identificaran con claridad, lo que permitió conectar los dos crímenes aparentemente inconexos y el intento previo de Torrevieja a una mujer que limpiaba un portal.

Las autoridades españolas contactaron con las rusas, que aceptaron la colaboración y enviaron muestras de ADN que fueron cotejadas con las halladas del autor en los escenarios de los crímenes de Los Montesinos y la pedanía ilicitana de La Hoya.

Rusia ha informado de que Nikolay T. ha sido considerado como demente y que, por ello, está en el psiquiátrico penitenciario de la ciudad de Smolensk, aunque sin concretar la duración de la reclusión.

Ahora, dos juzgados de Alicante reclaman su extradición para un juicio en España pero conseguirlo se presenta difícil por la situación geopolítica actual con el conflicto bélico en Ucrania, por haber sido considerado allí enfermo mental y, además, porque Rusia no suele extraditar a ciudadanos nacionales.

La ardua investigación que se ha prolongado durante dos años ha incluido 200 análisis de ADN a personas del entorno de las víctimas y a sospechosos, seguimientos especiales a algunas personas, incluida una que se hallaba en Ucrania y análisis de datos de geolocalización.

Nikolay T. había vivido 15 años en Torrevieja y varias poblaciones del entorno, como la urbanización Ciudad Quesada de Rojales y la carretera de La Marina, y lo hacía con su madre, que ha trabajado durante este periodo en el sector inmobiliario y quien fue la quien compró los billetes para huir a Rusia tras el último asesinato, según el teniente del instituto armado Francisco Javier Balsalobre.

Dentro de ese periodo de 15 años hay que exceptuar los 24 meses para hacer el servicio militar, a cuya vuelta su entorno observó que había cambiado para convertirse en violento y con la personalidad múltiple.

En la presentación de la operación han participado varios mandos y los máximos responsables policiales en la provincia de Alicante, Manuel Lafuente (Policía Nacional) y el coronel José Hernández (Guardia Civil), además de la subdelegada del Gobierno, Araceli Poblador, que ha destacado la coordinación y colaboración de ambos cuerpos para “esclarecer” estos casos y dar “tranquilidad” a la ciudadanía.

Especialmente, “a los ilicitanos e ilicitanas en los que había una gran incertidumbre” al no haberse identificado al autor de la muerte de la funcionaria de Justicia de La Hoya.

La tentativa de asesinato con arma blanca sobre una mujer en el portal de un edificio de Torrevieja fue el primer episodio cometido por Nikolay en la tarde del 16 de julio de 2020, cuando la víctima realizaba labores de limpieza con la puerta abierta, y el hombre la sorprendió agarrándola por atrás por el cuello y propinándole varias incisiones en el hombro y omóplato con un cuchillo de grandes dimensiones.

La salida al rellano de un vecino de la planta baja hizo que el agresor emprendiera la huida, aunque la filmación de cámaras de vigilancia de comercios cercanos permitió una primera imagen del individuo.

Varias semanas después, el 11 de agosto de 2020, mató de diez puñaladas a un agricultor que iba en un tractor en una finca de Los Montesinos y el 6 de noviembre acabó con una mujer de 45 años que acababa de obtener una plaza de funcionaria en la Ciudad de la Justicia de Elche y que paseaba al perro cerca de su casa en la pedanía de La Hoya, fue encontrada muerta estrangulada en una acequia.