Cultura

"Sant Antoni del porquet", el primer santo que abre 2025

No podríamos sobrevivir, si no fuera por la gran cantidad de tropezones festivos que tenemos al año

Sant Antoni era muy venerado por los ganaderos porque protegía a los animales
Sant Antoni era muy venerado por los ganaderos porque protegía a los animalesLa Razón

«Dels sants de giner, sant Antoni es el primer». Valencia vive en permanente estado de fiesta. Cerrado el larguísimo puente festivo navideño, levantada la hueste en tregua para un necesitado descanso, en el aparato festivo valenciano emerge como ave fénix la primera gran y popular celebración del año, sant Antoni del Porquet, para que no decaiga la fiesta, aunque se esté en lo más duro del invierno.

La fiesta de san Antonio Abad –eremita egipcio de los primeros tiemposdel cristianismo- marca un tiempo claramente invernal, tiene hasta refranero patrio. «Entre Sant Antoni i Sant Sebastià, més fred que entre tot l’any fa», «Per Sant Antoni fa un fred del dimoni», «Sant Antoni del porquet és el primer sant del fred». «Sant Antoni el gela, Sant Vicent el mata i la Candelera l’enterra».

Es una fiesta que por lo general en los pueblos se encomendó a los jóvenes en edad militar como sordina y anestesia de su sorteo y envío a los más dispares destinos que les deparaba el bombo de la lotería castrense. Abandonaban la comodidad de la casa y pueblo y salían hacia desconocidos paraderos. Algunos eran enviados hasta guerras, como la de Marruecos.

Era punto de partida de una nueva etapa, despedida de lo que les era entrañable, y tenían por abandonado a san Antón, sant Antoni del Porquet, de quien sabían poco, pero les era muy familiar, le veían cercano, accesible, natural y hasta muy moderno, a pesar de su antigüedad histórica, por su amor a los animales.

Al santo, la muchachada le caía bien, y con él hacían las más curiosas travesuras al tratarle de tú a tú, tocándole de sombrero y pañoleta, como uno más de los quintos, y llevándoselo con ellos al río, a comer o a cenar, incluso al baile de la víspera, con el consiguiente cabreo de los curas, quienes veían en ese trato de colegas una inmensa falta de respeto al santo. Recuerdo el caso de un cura quien quiso no sacar la procesión del santo, porque todos los quintos, festeros, se habían fotografiado en el programa de fiestas con el culo al aire.

Anécdotas aparte, el santo es muy querido y respetado, admirado, en los pueblos valencianos, donde se le festeja con fervor, emoción e ilusión, de parte a parte de nuestro territorio, y con todas las solemnidades del caso, algunas de ellas teniendo por marco el infaltable fuego de todas las culturas festivas de la humanidad.

Se le impetraba para espantar lo malo, lo negativo, y purificar, ayudándole en esta tarea el fuego de las fogatas, las hogueras, que en la noche víspera de la fiesta se encendía allá donde se le festejaba. En torno a su lumbre, sentábanse viejos y jóvenes a contar, recordar, interpretar o desear los mejores augurios, ahuyentados los malos espíritus, las cosas negativas, al tiempo que los más avezados y osados saltaban, cruzaban o caminaban sobre llamas y brasas. Recreaban lo que habían visto y vivido de años anteriores.

Sant Antoni del porquet
Sant Antoni del porquetLa Razón

Entre los dados a lo extra natural o sobrenatural laico existían fórmulas mágicas, botánicas, que curaban algunos males, raros algunos como lo del amor, que pronto fueron cristianizados y bautizados con el nombre del santo, aunque no con la fuerza y el predicamento de la noche de san Juan.

Tenía su cuota pareja de popularidad el porquet de sant Antoni –«Te menys vergonya que el porquet de sant Antoni», «Val més ser porc de Sant Antoni, que el passegen amb música»-, incluso se le atribuyó algunos poderes, como el conceder a las jóvenes casaderas el don de encontrar pronto novio si se le tocaba la campanilla al cerdito, en aquellos tiempos que a ellos y ellas la moral recatada imperante hasta les impedía incluso mirarse por la calle. Popular es el refrán «Sant Antoni del porquet a les velles fa carasses i a les jovens romancets».

En Valencia tuvimos en determinado período de nuestra historia un día de fiesta, de precepto y obligatoria, cada tres días, hasta que entró en cordura el Consell de la Ciutat y comenzó a suprimir fiestas mandando a la gente a trabajar.

Bendiciones

Sant Antoni era muy venerado por los ganaderos porque protegía a los animales.

Aunque la fiesta litúrgica del santo es el 17 de enero, los actos ya han comenzado en muchos pueblos y algunos se prolongan hasta mediados de febrero por la coordinación que se tiene entre los caballistas para asistir a unos y otros lugares, a las bendiciones de animales y sus correspondientes desfiles. De esta manera hay animales que reciben cada año hasta una docena de bendiciones acudiendo a distintas poblaciones. San Antón o Sant Antoni del porquet ha sido aclamado por nuestros agricultores y ganaderos desde remotos tiempos como protector y cuidador del ganado, de los animales, hecho que hizo estuviera su estampa siempre en cuadras y establos.

Era una manera de desear que ninguna peste o epidemia, ningún mal se cebara sobre ellos.