
Jardinería
Las hortensias florecerán de un azul brillante si se espolvorea un ingrediente de cocina en la tierra
Una curiosa interacción entre el suelo y un elemento muy común transformar por completo el aspecto de estas flores

Transformar el color de una flor no es magia, sino ciencia. Quienes cultivan hortensias saben que estas plantas, con sus exuberantes inflorescencias redondeadas, no solo embellecen cualquier jardín, sino que además poseen un rasgo fascinante, y es que algunas variedades pueden cambiar de color dependiendo de la acidez del suelo en el que crecen. Y es aquí entra en juego un aliado inesperado.
El misterio del azul: un color raro y codiciado
Las hortensias de hoja grande ( Hydrangea macrophylla ) y las de montaña ( Hydrangea serrata ) son especialmente sensibles al pH del suelo. Este factor químico determina si la floración será azul, rosa, morada o, en algunos casos, blanca. Un suelo ácido (pH bajo) favorece los tonos azules y violetas, mientras que un suelo alcalino (pH alto) da lugar a flores rosas o rojas. Las variedades blancas, por su parte, se mantienen inalterables sin importar el suelo.
Esto convierte a las hortensias en una de las pocas plantas que pueden presumir de mostrar un espectro de colores tan variado. El azul, en particular, es un tono raro en el mundo vegetal: menos del 10 % de las plantas con flor lo presentan de forma natural. Lograr ese azul brillante en casa puede parecer un reto, pero tiene una solución simple y ecológica.
Posos de café: un fertilizante natural con efecto cromático
Según expertos en jardinería, añadir posos de café al suelo puede acidificarlo de forma natural, promoviendo la aparición de las ansiadas flores azules. El sitio especializado "Gardenia" explica que este residuo orgánico, rico en nitrógeno y con propiedades acidificantes, ayuda a disminuir ligeramente el pH del sustrato. Esto no solo favorece el cambio de color, sino que mejora la absorción de aluminio, un elemento clave en la pigmentación azul de las hortensias.
El método es sencillo: basta con esparcir posos de café alrededor de la base de la planta, evitando el contacto directo con los tallos. Luego se pueden incorporar suavemente a la tierra usando las manos o una pequeña pala. También es posible compostarlos previamente, lo que mejora la salud del suelo y proporciona nutrientes adicionales.
Paciencia botánica: el azul no surge de la noche a la mañana
A pesar de ser un truco eficaz y sostenible, los cambios no son inmediatos. Alterar el pH del suelo requiere tiempo, constancia y observación. Para quienes deseen acelerar el proceso, los especialistas recomiendan complementar el uso de posos de café con sulfato de aluminio, un aditivo que intensifica la acidez del suelo y favorece aún más la tonalidad azulada.
La web "Planting Tree" confirma que " algunas personas han tenido éxito usando posos de café para cambiar el color de sus hortensias", aunque también advierte que los resultados pueden variar en función del tipo de suelo, la variedad de hortensia y las condiciones climáticas. Por eso, si bien el experimento con café es una opción accesible y respetuosa con el medio ambiente, los jardineros más exigentes pueden optar por productos diseñados específicamente para modificar el pH del suelo.
Un toque de ciencia para un jardín de ensueño
Convertir unas hortensias rosadas en un estallido de azul es un proceso tan encantador como educativo. En él convergen la observación, la experimentación y una pizca de paciencia. Y lo mejor: no hace falta más que aprovechar los residuos de la cafetera para dar un toque de alquimia botánica al jardín. Porque, al fin y al cabo, la belleza natural también puede cultivarse con gestos simples y cotidianos.
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