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Iglesia Católica

El obispo de Segorbe-Castellón, Casimiro López, presenta su renuncia al cargo

Cumple este 10 de noviembre los 75 años, edad de jubilación

Casimiro López presentará su renuncia al cargo de obispo de la Diócesis Segorbe-Castellón al cumplir hoy 75 años EUROPAPRESS

El obispo de Diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López, ha presentado su renuncia al cargo al haber cumplido los 75 años y la ha trasladado al Papa León XIV para su aceptación.

Según han informado fuentes de la Diócesis, este lunes 10 de noviembre Casimiro López cumple 75 años y ha anunciado que hoy mismo presentará su renuncia al cargo acogiéndose al ruego que el canon 401 § 1 del Código de Derecho Canónico hace a los obispos diocesanos.

La Diócesis ha explicado que su decisión será trasladada ahora al Santo Padre para su aceptación. Por lo tanto, "don Casimiro no se jubila al cumplir dicha edad, sino cuando el Papa acepte la renuncia".

Hasta que esto ocurra sigue siendo Obispo de Segorbe-Castellón a todos los efectos, con todas las facultades, deberes y derechos que conlleva el cargo, han sostenido.

Han explicado que la praxis de la Santa Sede en estos casos es muy diversa. La aceptación de la renuncia puede durar algún mes o varios años, según las circunstancias de cada caso.

Cuando se haga pública la aceptación pontificia de la renuncia, Casimiro López pasará a la condición de Obispo emérito de Segorbe-Castellón.

En todo caso, han aclarado las mismas fuentes, "renunciar al gobierno de una Diócesis no significa renunciar al episcopado, ni a la vinculación con la Diócesis y con la Conferencia Episcopal, ni a su solicitud por la Iglesia universal".

El obispo emérito sigue siendo obispo, lo que "constituye el elemento que caracteriza su identidad y sobre la cual se asienta su condición de emérito".

"Sigue estando al servicio de la Iglesia con la potestad sagrada conferida mediante la consagración episcopal, conservando siempre la responsabilidad y la potestad de enseñar, santificar y gobernar al pueblo de Dios (LG 21), de acuerdo con su condición de emérito", han señalado.

Por eso, el obispo emérito conserva los signos episcopales recibidos en la ordenación, como expresión de su condición episcopal.