Tribunales

El contable de Orange Market asegura que "nunca vio ni oyó" al Bigotes hablar con Francisco Camps

Dos trabajadoras del grupo Gürtel dicen que fue Camps quien le dijo al Bigotes que en Valencia tendría trabajo

El expresidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps ayer lunes en la Audiencia Nacional
El expresidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps ayer lunes en la Audiencia NacionalFERNANDO VILLARAgencia EFE

El contable de la empresa Orange Market, Cándido Herrero, explicó ayer durante su declaración como imputado en la pieza de Gürtel que se juzga en la Audiencia Nacional, que él «nunca vio ni oyó a Álvaro Pérez hablar con Francisco Camps», y eso que trabajaban juntos en la misma oficina.

Herrero prestó declaración bajo juramento, pese a que el Tribunal le explicó que como imputado no tenía que jurar ni prometer nada, a lo que el procesado contestó que «yo como católico, le doy al juramento el mismo valor que a una confesión», y en ese contexto dijo que desde la Generalitat «no nos daban nada, de hecho, Pablo Crespo estaba muy enfadado porque no sacábamos nada, y yo iba a aconsejar a Álvaro Pérez que buscáramos otra cosa, cuando ocurrió la operación policial».

También se ha referido a la entonces directora general de Promoción Institucional, Dora Ibars, y dijo que «cuando las cosas dependía de ella, no nos daba nada».

Cándido Herrero caracterizó a Álvaro Pérez «como dicen en mi tierra, es como el del parchís, que se come una y cuenta veinte».

Solivianta a la Fiscalía

Las afirmaciones de Herrero que ha conformado el reconocimiento de los hechos con la Fiscalía, soliviantaron de tal modo al Ministerio Público, que la fiscal le advirtió de que iba a perder su condición de conformado, algo que el Tribunal señaló que era impertinente.

Sin embargo, dos antiguas empleadas de las empresas de Gürtel declararon que el expresidente Francisco Camps prometió al considerado cabecilla de la red en Valencia, Álvaro Pérez, que allí «iba a tener trabajo».

El tribunal ha escuchado los testimonios de cuatro de la decena de acusados que han llegado a un acuerdo con Anticorrupción, entre ellos Isabel Jordán, que fue administradora de varias empresas de Gürtel y Mónica Magariños, secretaria de los considerados cabecillas Pablo Crespo y Álvaro Pérez, el Bigotes.

Magariños explicó que le comunicaron que la trama se instalaría en la Comunitat Valenciana porque Camps dijo a Álvaro Pérez que «allí iba a tener trabajo», una versión que confirmó minutos después Isabel Jordán, en línea con las declaraciones prestadas por los cabecillas de la red.

Miserable

El inicio de la vista de ayer fue accidentado dado que el letrado que defiende al Bigotes se quejó al Tribunal de que Camps le había llamado miserable, por lo que los magistrados, siendo ésta la segunda queja, decidieron que Camps se sentara en primera fila, aunque su letrado, aduciendo la condición de abogado de Camps pidió que se sentara a su lado, algo que sí permitió el tribunal.