Economía
Un nuevo perfil de turista hunde el comercio en Benidorm
El visitante prioriza el alojamiento y la restauración
El comercio de Benidorm ha registrado este verano una caída histórica en las ventas, con pérdidas de hasta un 50 por ciento durante julio, debido a que el perfil del turista ha cambiado y ahora prioriza más el gasto en el alojamiento y la restauración.
Así lo reflejan los datos difundidos por la Asociación Independiente de Comerciantes (AICO), que reclama medidas urgentes al ayuntamiento para frenar el deterioro del tejido comercial local.
De acuerdo con una encuesta interna realizada por la entidad, el 70 por ciento de los comercios cerró el mes de junio con balances negativos, principalmente con descensos de entre el 11 y el 30 por ciento en comparación con el mismo mes del año anterior.
En julio la situación, incluso, empeoró ya que el 94 por ciento de los establecimientos encuestados declaró haber registrado pérdidas, y cerca del 50 por ciento cifró la caída de ventas entre un 31 y un 50 por ciento.
El mes de agosto mostró un leve repunte, con una recuperación media de entre el 15 y el 20 por ciento, aunque los niveles se mantienen por debajo de los alcanzados en 2024 y no han compensado el mal inicio de la campaña estival, según AICO.
En declaraciones a EFE el secretario general de la asociación, Juanjo Camarasa, ha atribuido esta situación a un cambio en los hábitos de consumo tras la pandemia, una menor presencia de turismo nacional y un visitante con menor capacidad de gasto que prioriza alojamiento y restauración frente a las compras.
También ha alertado de un descenso en el consumo local, que considera especialmente preocupante. "El turista en general ha pagado más por las mismas vacaciones que el año pasado pero con el mismo presupuesto, por lo que el comercio ha sido el último eslabón en esa cadena de gasto”, ha señalado.
Entre los factores que han podido influir, AICO destaca el aumento de los costes fijos (alquileres, tasas e impuestos), la falta de apoyo institucional, el encarecimiento generalizado de las vacaciones y la aplicación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que ha generado, según la entidad, “temor a las sanciones” y dificultades de acceso al centro de la ciudad.
La asociación también ha lamentado la “falta de respuesta” por parte del ayuntamiento y reclama medidas inmediatas para recuperar la actividad comercial.