Cultura

El Palacio alicantino que fue construido por un discípulo de Miguel Ángel

A día de hoy es la sede del Ayuntamiento y de un museo

En la imagen, el Palacio municipal de Villena
En la imagen, el Palacio municipal de VillenaLa Razón

Situada en la comarca de l'Alt Vinalopó, Villena es una localidad alicantina repleta de historia, que nadie puede perderse si quiere hacer una excursión por la historia de la cultura en España y en la Comunidad Valenciana. A pesar de que esconde muchos tesoros de la historia y la arquitectura, hoy nos detendremos en su Palacio municipal, que en la actualidad es la sede del Ayuntamiento de la localidad.

El palacio municipal de Villena (Alicante), España, se sitúa en la plaza de Santiago de dicha localidad. Fue edificado por Pedro de Medina a principios del siglo XVI para morada de los beneficiarios magistrales del Templo de Santiago (casa abadía). Fue enajenado en 1576 por el cabildo eclesiástico, y adquirido por el concejo de la ciudad para casas consistoriales.

La valoración del edificio viene dada por su carácter renacentista, de clara impronta en su fachada, en dos de sus ventanas y en el patio de doble galería con escalera incorporada.

Su construcción se atribuye a Jacobo Florentino, escultor que había trabajado con Miguel Ángel en Florencia y que, tras obrar en Granada, y Murcia, muere en Villena en 1526. Tampoco se descarta la participación de Jerónimo Quijano, continuador de aquel en la catedral de Murcia.

La portada, blasonada con el escudo de la ciudad mantenido por tenantes y enmarcado por una orla de temas zoomorfos y florales, sigue el esquema serliano de orden dórico con pedestales y frontón triangular. En el interior del edificio destaca el patio con arcos carpaneles sobre columnas toscanas, discos en las enjutas y casetones en el intradós.

En 1707 el arquitecto Cosme Carreras intervino en el edificio dejando la impronta barroca en la ventana de la fachada del frente izquierdo. En 1963 se amplió la fachada en su parte superior para crear un tercer piso, a la vez que se restauró el patio. Fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1968.

En la actualidad alberga gran parte de las dependencias del Ayuntamiento de la ciudad, así como el Museo Arqueológico.