Violencia vicaria

El parricida de Sueca que mató a su hijo de 11 años: "Si mi mujer no me hubiese dejado, no lo habría matado"

Tanto el fiscal como la acusación particular han pedido que el hombre sea condenado a prisión permanente revisable

El hombre acusado de haber asesinado a puñaladas a su hijo de 11 años en Sueca (Valencia) en abril de 2022 ha admitido este martes el crimen en la primera sesión de un juicio en el que la fiscal ha subrayado la violencia vicaria del caso: "La madre está muriendo cada día".

En sus respuestas, la mayoría con monosílabos o fórmulas cortas y en valenciano como "aixó no es veritat" (eso no es verdad), el acusado, José Antonio A.C., de 47 años, ha admitido que su hijo "era lo que más quería" su exmujer en "en el mundo" y que no lo habría matado si ella no se hubiese divorciado o si hubiese accedido a volver con él.

También ha intentado justificar sus acciones en la depresión y alcoholismo que asegura que sufre, si bien, como ha recordado el abogado de la Generalitat, que ejerce la acusación popular, todos los informes forenses acreditan que era consciente de lo que había.

A pesar de que fue condenado por maltrato hacia su exmujer, el procesado ha insistido en que jamás la cogió por el cuello ni amenazó con un cuchillo: "Solo le dije que no estaba de acuerdo con la separación, que se lo pensara mejor".

Por el contrario, ha admitido haber llamado a su exesposa de forma insistente cuando ésta abandonó el domicilio y también haber acudido al colegio para ver a su hijo, pero "cuando ella no estaba delante".

"Me tomé mal el divorcio, caí en una depresión fuerte y alcoholismo", ha dicho el acusado.

Preguntado por el día del crimen -dos días después de que su hijo cumpliese 11 años-, el procesado ha afirmado que había consumido alcohol y que era habitual que su ex le dejase al niño estuviese o no bebido.

"El día de los hechos discutimos porque él no quería estar conmigo, en ese momento no estaba a gusto, me dijo que yo ya no era su padre. Pasó todo lo que pasó, le cogí del cuello y le clavé un cuchillo, él estaba quieto. No recuerdo cuántas puñaladas le di", ha explicado.

En el transcurso de la agresión con dos armas blancas, el menor recibió la llamada de su madre -a la que había escrito pidiéndole que le recogiera- y el padre permitió que el menor cogiese el teléfono, según ha admitido, aunque el niño sólo pudo gritar "mamaaaaá", tal y como se detalla en los escritos de las acusaciones.

En sus intervenciones iniciales, la fiscal ha puesto el foco sobre el dolor que el procesado quiso causar a su exesposa, "una mujer que está muriendo cada día".

El letrado de la Generalitat ha prevenido al tribunal sobre posibles estrategias de la defensa: "Es habitual que el acusado diga que se endemonió, pero en este caso todos los forenses han dicho que era plenamente consciente. Se llama maldad, se hace para causar el mayor daño posible, y por eso pedimos la máxima pena posible".

Tanto el fiscal como la acusación particular han pedido que el hombre sea condenado a prisión permanente revisable.

Tras la declaración del acusado se ha producido la de la madre del menor asesinado y la de la madre del procesado, aunque ambas han tenido lugar a puerta cerrada por decisión de la presidenta del tribunal y con el acuerdo unánime de los miembros del jurado.

El calendario previsto del juicio

Para el miércoles están citados nueve testigos, entre ellos cinco guardias civiles y cuatro personas del entorno familiar.

El jueves deberán comparecer los dos agentes de la Guardia Civil que realizaron la inspección ocular de la escena del crimen y los peritos forenses que participaron en el levantamiento del cadáver y realizaron la autopsia.

El viernes 12 de enero está prevista la declaración de los peritos que evaluaron psiquiátricamente al procesado y a otros médicos que le han atendido anteriormente, y posteriormente se presentarán las conclusiones e informes finales.

Está previsto que, en caso de que la deliberación prospere, se conozca el veredicto del jurado el martes 16 de enero.