Sociedad

Principio del fin de una pesadilla: arranca el desescombro del edificio incendiado en Campanar

Las tareas se prolongarán durante cuatro meses y tendrán un coste de 1,5 millones de euros

En "un gran día" para los vecinos afectados, el edificio incendiado en el barrio valenciano de Campanar ha comenzado este lunes a acoger las tareas de desescombro, que se prolongarán cuatro meses, 193 días después de que el fuego causara diez muertos y dejara sin hogar a centenares de familias.

La empresa Giticsa es la encargada de llevar a cabo la retirada de los escombros del edificio, en cuyo interior la mayoría de viviendas han quedado prácticamente diáfanas, sin tabiques, y acumulan restos de cables, estructuras y, en el mejor de los casos, restos de algunos electrodomésticos, mobiliario y enseres.

Este lunes han entrado las primeras máquinas para retirar los escombros y ha empezado a verse movimiento de operarios y maquinaria en el edificio.

Durante cuatro meses se retirarán pavimentos, alicatados, cubiertas, enseres y restos de la fachada ventilada, con un coste de 1,5 millones de euros, que asumirán las compañías aseguradoras.

El presidente de la asociación de propietarios del edificio, Aproicam, Enrique Salvador, ha incidido en que el inicio de los trabajos de desescombro es "la primera fase de la rehabilitación" y ha señalado que "es un gran día y es una buena noticia para los vecinos".

Los primeros días se dedicarán a la descarga y acopio de materiales, equipos y contenedores, así como a la colocación del vallado perimetral y de las medidas de seguridad y a partir de ahí, comenzará el desescombro propiamente dicho de las viviendas y la zona común y la piscina.

Se retirarán miles de toneladas entre pavimentos, carpintería metálica, vidrios de ventanas y balcones, cabinas de ascensores o restos de la fachada ventilada, y se limpiará la lana de roca adherida a la fachada.

Salvador ha sostenido que "todavía quedan más buenas noticias, como que se resuelva la financiación de la reconstrucción" y ha apuntado que la asociación "está en conversaciones con la aseguradora para que esa sea posible y se pueda culminar la obra en dos o tres años".

"Las tareas de desescombro está previsto que duren cuatro meses y en los primeros días, ademas de acopio de materiales, traerán las máquinas y aspiradoras y se eliminará ceniza, cemento o detalles de ventanas que no sirven", ha añadido.

La reconstrucción, según Salvador, mantiene la estructura pero prevé "un edificio nuevo porque muchos materiales ya no se pueden usar", con una "fachada que será totalmente diferente".

Ha valorado que los propietarios y las administraciones "están haciendo las cosas muy rápidas" y van "todos a una para que sea así".

Sus "compañeros de tragedia de Italia -en alusión al incendio de Torre dei Moro, en Milán, muy similar al de Campanar- han empezado a desescombrar tras tres años" y en Valencia se ha hecho "ahora, tras seis meses".

El vicepresidente de Aproicam, José Mas, ha coincidido en señalar que es una "buena noticia" pero ha remarcado que aún tienen "mucho camino por recorrer".

"Para ello -ha añadido- necesitamos ayudas, que se mantengan la moratoria de hipotecas que es muy importante y las ayudas de alquiler porque aunque estamos en un proceso muy bueno por habernos movido mucho, esto va a llevar un tiempo".

Preguntada por el desescombro en una visita a las obras del mercado municipal de Rojas Clemente, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha valorado la "agilidad" del Ayuntamiento para dar respuesta a las propuestas de limpieza y reconstrucción del edificio incendiado.

"El Ayuntamiento tiene claro que va a ser muy ágil en la tramitación para la reconstrucción. Cuando hay una tragedia lo más importantes es tener firmeza para poder reconstruir pronto", ha indicado.

Según Catalá, "en el momento en que presentaron el proyecto de reconstrucción, el Ayuntamiento fue muy diligente para dar la licencia y para que los trámites se agilicen mucho".

"Con respeto a los que han perdido un familiar, que siempre lo llevaremos en el corazón y serán parte de la historia de esta ciudad, intentaremos que no vuelva a pasar más y levantarnos de nuevo", ha añadido.

Sobre las siete familias que permanecen en el edificio de Safranar, que el Ayuntamiento cedió gratuitamente a los afectados y que deberían haber dejado el pasado lunes día 26 de agosto junto al resto de familias alojadas allí, ha recordado que han pedido un informe de vulnerabilidad y su incorporación a la lista de demandantes de vivienda pública.

La de Safranar es "vivienda pública al servicio de la ciudadanía, que ha entendido o perfectamente que era un buen destino ayudar a esas familias".

"Los trabajadores sociales trabajan para emitir los informes para acreditar su situación social, familiar y económica y poder ayudarlos, ha apuntado, a la par que ha recordado que la reconstrucción corre a cargo de las aseguradoras.