Historia

San Bernardo y sus hermana, los mártires valencianos que murieron por convertirse al cristianismo

Hijo del emir de Carlet, su conversión llegó tras reposar unos días en el Monasterio de Poblet

Estatuas de los Santos Patronos de Alzira en la avenida que lleva su nombre
Estatuas de los Santos Patronos de Alzira en la avenida que lleva su nombreLa Razón

La Avenida Santos Patronos de Alzira no solo es la arteria principal de la capital de La Ribera Alta, sino que acoge en su punto central las estatuas en homenaje a los patronos de la localidad que le dan nombre a la calle. San Bernat i les Germanes (San Bernardo y las hermanas) tienen una de esas historias dignas de contar. Aunque acabó convirtiéndose en santo cristiano, San Bernardo nació como musulmán, con el nombre de, Ibn Ahmet Al-Mansur. Hijo de Almanzor, emir de la Taifa de Carlet, era el segundo de cuatro hermanos: Almanzor, el heredero, Zaida (María) y Zoraida (Gracia).

Nació en la alquería de Pintarrafés, en el valle de Alcalá del Magre, en Carlet, perteneciente a la jurisdicción de Alcira, con el nombre de Ahmet. Fue educado junto a su hermano en la corte del Rey taifa de Valencia. Cuando el naib de Murcia, Muhammad ibn Mardanis, también conocido como el "rey lobo", a cuyo linaje pertenecían, asumió el trono de Valencia, entró a formar parte de la corte.

En 1156 fue enviado como embajador a la corte del Reino de Aragón, que entonces se encontraba en Barcelona. El Príncipe de Aragón y Conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV, tenía en su poder a un grupo de prisioneros de guerra cuya liberación solicitaba Valencia. Ahmet fracasó en las negociaciones diplomáticas e inició camino de regreso a Valencia, deteniéndose en las proximidades del monasterio de Poblet. Atraído por el mismo, solicitó alojamiento a los monjes y tras dos días en el recinto despidió a su criado e ingresó en la orden del Císter, siendo bautizado con el nombre de Bernardo.

En 1181 regresó a Valencia con la intención de evangelizar a su familia. Su hermano Almanzor, que había sucedido a su padre, se opuso a la predicación y mandó perseguirle, sin poder evitar que le siguieran sus dos hermanas, Zaida y Zoraida, que fueron bautizadas con los nombres de María y Gracia. Fueron arrestados en los arrabales de Alcira, donde se habían ocultado, y se les dio muerte el día 21 de agosto de ese año.

La archidiócesis de Valencia celebra la festividad de San Bernardo de Alcira el 23 de julio (tras el segundo hallazgo de las reliquias el 23 de julio de 1599) y oficio propio para el Reino de Valencia y toda la archidiócesis de Valencia por edicto del papa Benedicto XIII de 25 de septiembre de 1725. No obstante, la orden cisterciense celebra su fiesta litúrgica el 1 de junio desde 1871. Por último, por privilegio de la Santa Sede, el Monasterio de Santa María de Poblet celebra una solemne liturgia en honor al santo y a sus hermanas cada 2 de septiembre.