Vuelta al cole
No comprar material nuevo cada año y donar el que ya no utilicemos: cómo ayudar con la vuelta al cole
La fundación Mensajeros de la Paz recoge material escolar en Valencia durante todo el mes de septiembre para ayudar a las familias más desfavorecidas
“Si una persona no puede comprarse un cartón de leche o un paquete de macarrones, ¿cómo va a comprar material escolar?”, dice Chelo Felip, presidenta de la fundación Mensajeros de la Paz en la Comunidad Valenciana. Según la Asociación Valenciana de Consumidores (Avacu), la próxima vuelta al cole será la más cara de los últimos veinte años en la Comunidad Valenciana.
Costará entre 200 y 300 euros por alumno, una de las medias más elevadas del país y una cantidad difícilmente afrontable para las familias en situación de vulnerabilidad. La fundación ha organizado una recogida de material escolar durante los meses de agosto y septiembre, “para intentar que ningún niño vaya el 12 de septiembre a clase sin mochila o sin lápices”.
“Deberíamos ser todo más austeros, los que tenemos estabilidad económica sobre todo: no es necesario que año tras año compremos todo nuevo. Hay que aprender a reciclar, a cuidar el material y a necesitar menos”, defiende Felip.
El material, que tendrá que estar en buenas condiciones, preferiblemente nuevo o seminuevo, podrá donarse en la propia fundación, en el número 5 de la calle Godofredo Ros, de 9.00 h a 14.00 h los lunes, miércoles y viernes. Allí es clasificado y repartido por los voluntarios de la organización, que atienden actualmente a unos doscientos niños.
Se puede llevar cualquier tipo de material escolar: mochilas, ropa y zapatillas de deporte, lápices, bolígrafos, reglas, estuches, libretas... “Lo que nos pondríamos si no nos quedara pequeño”, explica Felip respecto a la ropa.
Lo único que no se puede donar son los libros de texto. “Nos preocupa, porque es uno de los mayores gastos que afrontan las familias, pero los libros no son los mismos en todos los colegios y desde aquí no podríamos gestionar el reparto”, expone Felip. Aunque muchos colegios valencianos poseen ya sus propios bancos de libros y las familias en situación vulnerable reciben un cheque para poder comprarlos, los libros de texto siguen siendo un gasto a veces inasumible para ellas.
La iniciativa, según explica, es una más de las que realizan “durante todo el año”, como la recogida de regalos para el día de Reyes o el banco de alimentos que organizan mensualmente. A día de hoy, en su comedor social atienden a setenta personas al día y un millar al mes, a las que proporcionan a diario “un menú saludable y equilibrado”.
Tras la pandemia, el número de personas que acuden a Mensajeros de la Paz ha aumentado en más de un 50%. “Este mes, la cola del comedor social llegaba hasta la esquina”, cuenta Felip. “Atendemos a muchas familias ucranianas, y cada vez a más personas mayores que se quedan solas y en situación de desprotección”, añade.
Además de las donaciones de ropa y comida que se pueden realizar presencialmente, la fundación dispone de una página web donde es posible consultar todas las actividades e iniciativas que llevan a cabo y realizar donaciones.
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