Vivienda

Fernando Cos-Gayón: "Valencia está muriendo de éxito y la expulsión de la ciudad es inevitable por los precios de la vivienda"

El director de la Cátedra Observatorio de Vivienda de la UPV defiende construir vivienda protegida sin todos los lujos y exige a las administraciones medidas para favorecer la oferta

Fernando Cos-Gayón, Director de la Cátedra Observatorio de Vivienda de la Universitat Politècnica de València
Fernando Cos-Gayón, Director de la Cátedra Observatorio de Vivienda de la Universitat Politècnica de ValènciaLa Razón

Adquirir una vivienda en Valencia es una quimera no solo para una pareja de jóvenes que busque independizarse, sino prácticamente para cualquiera. El metro cuadrado ya está a 3.700 euros duplicando los precios previos al covid de hace solo seis años, unos precios inasumibles que provoca que se "expulse a quienes las sostienen", como afirma Fernando Cos-Gayón, Director de la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universitat Politècnica de València (UPV).

Para Cos-Gayón no hay una solución clara pues Valencia está "muriendo de éxito" con una captación de entorno a 20.000 habitantes al año. Ahora, culpa a las administraciones de haber fallado en una planificación urbana que debería comunicar un área metropolitana cada vez más extensa, facilitar la oferta mediante vivienda pública protegida y proteger al propietario en lugar de la okupación, ya que hay casi 20.000 viviendas vacías ante la desprotección pública.

¿Valencia expulsa a sus vecinos?

Valencia está expulsando a parte de los que están permitiendo que exista como ciudad, incluso puede que no lleguen a ser vecinos pero trabajan y estudian en la ciudad. Muchos de los hijos de quienes han vivido en Valencia toda la vida a la hora de buscar una casa van fuera. Es una realidad que a los precios a los que se han puesto las pocas viviendas es inasumible para una pareja emancipada o una persona inmigrante.

¿Quién es Valencia?

Todos tenemos parte de responsabilidad en alguna medida, pero evidentemente los que tienen la que legislar son la que tienen una responsabilidad más potente y directa. Hay una dejación de funciones, pero no de ahora, sino de hace muchísimos años, con una visión estratégica nula de país con el tema de vivienda protegida. El Ayuntamiento también: la ciudad tiene suelo: Benimaclet, el PAI del Grao, el Parque Central son una importante bolsa de suelo. Hacen falta 2.000 viviendas pero con 1.000 viviendas ya bajaría un 30% el precio, pero es que claro quedan solo 90 disponibles en Valencia.

Valencia también lidera la subida del precio del alquiler, ¿es solo por la falta de oferta?

No, la administración tiene que velar por ocupar esas viviendas de manera legal. La Ley de la Vivienda, y ahí tocamos al Gobierno central, que se aprueba en el año 2023 en contra de todas las opiniones fundadas del sector tiene dos aspectos perniciosos y sabían que iba a funcionar mal: el tope a los alquileres que no ha funcionado nunca en ningún país, y la okupación de la vivienda, que está protegida, en vez de al propietario. Eso lo que ha hecho es retraer a la vivienda, el que no la quiere sacar al alquiler porque se le da miedo que se la okupen. En Valencia puede haber cerca de 20.000 viviendas vacía, de las cuales 4.000 están en condiciones de estar en oferta y no lo están. ¿Si la puedes alquilar a 1.600 euros al mes, por qué no la sacas? Porque hay miedo. La única solución es que la gente tenga la certeza absoluta de que en 24h está desalojado un okupa.

Esa "expulsión residencial" llega a Godella o Burjassot que casi igualan los precios de la capital. ¿Hasta dónde llegará la zona metropolitana de Valencia?

En el área metropolitana sí que hay suelo, se puede hacer vivienda protegida, pero no deja de ser expulsión de la ciudad, es inevitable. Estamos muriendo de éxito, ha pasado en Londres o Madrid donde no hay viviendas por menos de 400.000 euros dentro de la M30. Valencia tiene una atracción brutal y si sigue captando la cantidad de gente actual del orden 20.000 habitantes por año, imagínate: en 10 años son 200.000 personas, que además el 40% de la vivienda es unipersonal, es decir se necesitarían 130.000 viviendas más.

¿Cuál es la solución?

Es un efecto inevitable, debemos ampliar el suelo rodeados de huerta y mar, por ejemplo la zona de Benimamet al oeste habría que replantear qué es huerta y qué no. La otra solución es que se trabaje el área metropolitana en mejores conexiones radiales y desde luego en mejores conexiones circulares, por ejemplo para poder ir de Torrente a Mislata sin pisar Valencia, si no vertebramos será imposible. Es lo que llaman conurbanización, en el que la ciudad será al estilo "downtown" anglosajón, con más servicios y menos habitantes.

Ustedes defienden que el problema de no haber más VPP es querer tener los mismos estándares, ¿a qué se refieren?

En España el código técnico solo te deja hacer Maseratis, pero hay algunos que te dicen que los tienes que vender a precio de Skoda. En los años 90 se hacía VPO, ahora llamadas VPP, de manera bastante importante. Con 30 años pude comprar una VPO que estaba bien pero no tenía ventilación forzada, ni clasificación energética etiqueta B y una serie de elementos del edificio que encarecen ahora como un cuarto de basura o una plaza de bicicleta para cada vivienda. Hay que eliminar esas cosas en una vivienda que debe estar pensada para evitar que la gente no viva en la calle. En Valencia hay ya 40 asentamientos informales con más de 1.000 personas, 200 de ellos menores. Necesitamos sacar a esa gente de la calle, es anormal pensar que para sacarlos hay que subirlos en un Maserati.

¿Por qué no se hacen más VPP?

Ahí las administraciones tienen mucho que decir. El sector promotor está muy estigmatizado desde la crisis del 2008, pero la realidad es que cuando miramos lo que cuesta construir una vivienda, igual que se ha duplicado el precio final, se ha duplicado o más el coste, que ha pasado de 600 euros m2 a 1.400 m2 construido. Eso sin contar honorarios, precio del suelo, licencia municipal e impuestos, que recordemos que prácticamente el 30% son impuestos por una casa y nunca está en el relato.