Veinte años de diputado autonómico, en diferentes legislaturas y dedicado a la política desde 1983. El expresidente de la Generalitat, Ximo Puig, renunció este lunes a su acta de Les Corts con la vista puesta en la Cámara Alta, de donde es senador y presidente de la Comisión de Presupuestos, aunque no descarta que el próximo paso de su carrera profesional le depare otros destinos. Sobre la mesa tiene un puesto de embajador de la OCDE en París.

«Hoy es un día muy importante porque finaliza una etapa que empezó en 1983», ha dicho tras anunciar su decisión a los medios de comunicación, remarcando además la importancia de que entren «generaciones jóvenes, con fuerzo, con empuje».

Ha explicado además que entró en política «casi por casualidad», pues es periodista y siempre pensó que estaba «de paso» en la política. Si se implicó en un partido fue por defender el autogobierno en una época en la que gritaban en la calle «llibertat, aministia i Estatut de Autonomia».

Pese a que, de momento, no se desliga completamente de la política, sus palabras han sonado a despedida. «Ahora toca cambiar y buscar que otras personas que simbolicen la defensa de los derechos de ciudadanos y ciudadanas en un momento muy complejo en el que estamos viviendo el Gobierno más reaccionario de la historia del autogobierno, por lo tanto, es una exigencia moral mantener las posiciones que siempre hemos tenido desde una mirada progresista».

El sábado anunció ante el Comité Nacional su decisión de dar un paso atrás para que otros lideren la nueva etapa a la que el PSPV debe hacer frente tras la derrota electoral del pasado 28 de mayo. Ha confirmado además que se mantendrá al frente del partido hasta el congreso extraordinario que se celebrará a finales de febrero.

En este sentido, ha insistido en que apoyará «en cuerpo y alma» a aquellas personas que los militantes elijan insistiendo en un asunto básico. El PSPV no puede caer en los «errores históricos» que le llevaron a estar dos décadas en la oposición. «La cohesión es fundamental».

La renovación del partido comenzó a concretarse ayer por la tarde tras la Comisión Ejecutiva Nacional (CEN). El diputado y secretario de Organización del PSPV, José Muñoz, ha sido nombrado síndic del PSPV y Toni Gaspar, portavoz adjunto. Ocupan los puestos que dejaron Rebeca Torró y Arcadi España tras ser designados como secretarios de Estado de Industria y de Política Territorial, respectivamente.

Tanto Muñoz como Gaspar, que ha sido alcalde de Faura y presidente de la Diputación de Valencia, representan a una nueva generación de socialistas diferente a la de Puig. Muñoz tiene 38 años y Gaspar 50.

Puig anunció la puesta en marcha de una campaña de afiliación para reactivar el partido defendiendo la necesidad de implicar a todas las personas que quieran «dar un paso adelante por el progreso ante la barbarie que ha demostrado la derecha y la extrema derecha» e insistió en que deben saber que «la única opción viable es la del Partido Socialista».