Los viejos e insoportables amigos

Dice Fran Nortes que la suya es una generación que no fue educada para expresar abiertamente los sentimientos y mucho menos para decirle a nadie eso de “te quiero”. “Yo ya había cumplido los 30 años cuando se lo dije por primera vez a mis padres”, reconoce el actor y dramaturgo. En torno a esta idea, y explorando al mismo tiempo el verdadero sentido de la amistad, el actor y dramaturgo concibió “Cádiz”, una comedia que se estrenó en la sala pequeña del Lara antes de que la pandemia interrumpiese su exhibición y que ahora, programada en la sala grande y adaptada a este nuevo espacio, se convierte en el buque insignia de la feliz e ilusionante reapertura del teatro madrileño.

La obra cuenta la historia de tres amigos, explica el autor, “unidos por fuertes lazos y a los que la vida ha llevado luego por caminos muy diferentes; son personas que se han desencontrado con el tiempo y que tendrán que volverse a encontrar a lo largo de la función para ver si consiguen seguir juntos”. Efectivamente, Miguel (Bart Santana), Adrián (Nacho López) y Eugenio (el propio Nortes) son tres cuarentones que se conocen desde la infancia; modelados ya en el presente por su experiencia individual y por el rumbo que cada uno ha tomado en su vida, se dan cuenta de que, en realidad, a pesar de su amistad, tienen pocas cosas en común. Se trata, en palabras del autor, de “una comedia emotiva, con ciertas pinceladas filosóficas, que provoca muchas más carcajadas de las que a priori habíamos imaginado; yo intuía, al escribirla, que era divertida; pero no tanto”.

En cuanto al título escogido, para Nortes “Cádiz simboliza el lugar idílico en el que los protagonistas fueron felices; es el lugar en el que estuvieron juntos cuando eran jóvenes, durante un verano, viviendo ese momento perfecto de la amistad; en cierto modo, es el Moscú de las ‘Tres hermanas’ de Chéjov, o el ‘Samarkanda’ de Antonio Gala; es el lugar donde uno desea ir porque quiere que todo vuelva a ser como antes”.

Este es el tercer texto que escribe Nortes, y el tercero que dirige el exitoso Gabriel Olivares, con quien el actor ha trabajado, además, en otras funciones, como la popular Burundanga. “Nos conocemos mucho, y ya nos entendemos sin hablar. Él a veces da ideas que, a mí, como autor, al principio me parecen descabelladas; ¡pero luego siempre funcionan! –reconoce Nortes entre risas–. También pasa a la inversa: a veces él quiere variar algo sobre el texto que yo insisto en dejar como está, porque me parece que va a funcionar bien, y él lo acepta. Creo que nos alimentamos mutuamente”.

Una interesante novedad que presenta esta producción, y que viene dada por los riesgos que aún plantea el coronavirus en el desarrollo normal de la actividad teatral, es que cuenta con un cover o suplente –se trata del actor Arturo Venegas– que se ha preparado los tres papeles de la función y que acude cada día a los ensayos, manteniendo la distancia con el resto del equipo, por si se diera el caso de que alguno de los protagonistas enfermase, o necesitase confinarse, y tuviera que sustituirlo. “Estamos llevando a rajatabla todas las medidas de seguridad posibles, por el bien del teatro, por el bien del espectáculo y, por supuesto, por el bien y la tranquilidad del público; no queremos correr ningún riesgo”, asegura Nortes.