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Kawase y la sutilidad de ser madre

La directora japonesa vuelve a abordar la maternidad en “Asa ga kuru” (“True Mothers”), la cinta que ha presentado vía “streaming” en el Festival de San Sebastián

"Asa ga kuru" ("True Mothers"), de Naomi Kawase
"Asa ga kuru" ("True Mothers"), de Naomi KawaseLRLa Razón

Para Naomi Kawase hay una cosa clara, que los vínculos paterno-filiales no los construye ni la biología ni el dinero, sino el cariño. Es lo que vuelve a demostrar la directora japonesa en “True Mothers” (“Asa ga kuru”), la adaptación de la novela homónima de Mizuki Tsujimura que ha presentado hoy en San Sebastián. Una cinta en la que la realizadora habla de la maternidad desde la propia experiencia como hija adoptada: “Sé que criar a un hijo no es una cuestión de medios económicos ni de lazos sanguíneos, sino de cariño”, afirmaba en rueda de Prensa virtual.

Tras una larga e insatisfactoria lucha por quedarse embarazada y convencida por una asociación de adopción, Satoko y su marido deciden adoptar a un niño. Pero, años después, su familia se tambaleará con la amenaza de Hitari, una chica desconocida que dice ser la madre biológica. Satoko opta por confrontar directamente a la joven.

Naomi Kawase durante la presentación de su película en el Festival de San Sebastián
Naomi Kawase durante la presentación de su película en el Festival de San SebastiánJuan HerreroEFE

“True Mothers” es lo último de la directora japonesa en Zinelmaldia después de que en 2018 también concursase en la Sección Oficial con “Vision”, protagonizada por Juliette Binoche. Aunque si en aquella ocasión no pudo acudir por problemas de salud, en este 2020 la pandemia ha hecho lo propio a pesar de tener cerrada su asistencia hasta poco días antes del comienzo del Festival.

El nuevo proyecto se queda lejos del cripticismo con el que tocó el tema de la maternidad en “Vision” y apuesta por la sutilidad y la comprensión a través de las miradas de esas dos madres: “'Vision' era un guion mío, más filosófico, filmado en los bosques de Nara, en el que tenía mucha importancia el carácter humano de los personajes, la naturaleza y el paisaje. En esta película, al igual que ‘Una pastelería en Tokio’, he tratado de ser lo más fiel posible a la obra original”, ha defendido.

El relato se mueve entre el pasado y el presente, lo que permite conocer mejor las razones que llevaron a ambas madres a dar los pasos que dieron. Más que “flashback”, Kawase prefiere definirlos como “recuerdos” porque dice que lo que se muestran es “mucho más subjetivo” que unas meras imágenes retrospectivas.