Una prisión italiana en desuso se convertirá en centro cultural

Una prisión en desuso del siglo XVIII en la remota isla de Santo Stefano se transformará como parte de una iniciativa a gran escala que incluirá la creación de un nuevo museo. Con un coste de 70 millones de euros para el Estado italiano, la iniciativa lleva el nombre de David Sassoli, el demócrata italiano que anteriormente se desempeñó como presidente del Parlamento Europeo.

El museo al aire libre ilustrará el oscuro pasado del sitio junto con jardines y salas de conferencias que se utilizarán para seminarios y eventos centrados en temas culturales y políticos.

La prisión fue construida por el rey Fernando IV de Nápoles en 1789. Durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno italiano exilió a los disidentes antifascistas a Santo Stefano y a la vecina isla de Ventotene, donde Altiero Spinelli y Ernesto Rossi escribieron un manifiesto en el que pedían una federación socialista de Europa que se convirtió en la literatura fundacional de la Unión Europea. Permaneció abierto hasta 1965.

Silvia Costa, comisionada de Italia y Dario Franceschini, ministro de Cultura, están supervisando el proyecto. Franceschini dijo que el proyecto de rehabilitación es urgente a medida que el país emerge de la crisis pandémica. “Allí se concibió la nueva Europa y aquí la Europa del futuro”, dijo en un comunicado en diciembre de 2020, y agregó que el gobierno apunta a que el nuevo sitio se convierta en “un semillero de pensamientos y atracción cultural”.

También se revisará y pondrá a disposición del público mediante su digitalización una colección de documentos compuesta por correspondencia y expedientes administrativos entre presos que datan de 1860 a 1965. “Son documentos de gran importancia, cuya protección y uso futuro por parte de los estudiosos y el público son objetivos fundamentales para el estudio y la memoria de las luchas por la libertad del siglo pasado”, dijo Anna Maria Buzzi, directora general de archivos de Italia, en una declaración.