Arte

Los más de 16.000 artistas que se usan para entrenar a la IA sin consentimiento

Se hace viral una base de datos que utiliza el programa MidJourney para generar imágenes

Así ha evolucionado la IA de texto a imagen Midjourney en solo un año.
Así ha evolucionado la IA de texto a imagen Midjourney en solo un año.Phil Desforges.Midjourney.

Si han visto en redes sociales a personas convertidas en personajes de Disney, o bien en paisajes dignos de ciencia ficción o retocados de una manera distópica, es que han utilizado MidJourney. Se trata de un sistema de Inteligencia Artificial con el que se pueden convertir en imágenes todo aquello que podamos imaginar. A partir de un texto, se generan una especie de lienzos con imágenes bien estructuradas y definidas, con una muy buena calidad. Pero, ¿cómo lo hace? Si algo conocemos de la IA es que ésta trabaja a partir de los datos que le proporcionados. Es decir, mientras más grande sea la base de datos de esta herramienta, con más precisión podrá crear lo que le pidamos. Por tanto, MidJourney también necesita de un conocimiento profundizado para generar tales imágenes, y esto está causando polémica. Se ha filtrado la lista de artistas que se utilizan supuestamente para entrenar este programa de la IA, y han salido los nombres de más de 16.000 artistas: todos ellos, utilizados sin consentimiento.

Esta base de datos, de nada menos que 24 páginas repletas de nombres, se ha hecho viral y, ante todo, ha revolucionado los debates respecto a la relación entre la IA y los derechos de autor. Esta base de datos se proporciona a MidJourney para que el programa defina con más precisión sus obras, de manera que pueda imitar obras de artistas y estilos específicos. Entre los creadores que aparecen, destacan los de Frida Kahlo, Walt Disney o Yayoi Kusama, así como Andy Warhol, Damien Hirst, Modigliani, Picasso, Cézanne, Banksy o Vincent Van Gogh.

El debate, por tanto, está servido. Si bien la IA está utilizando obras de artistas sin consentimiento para generar otras, ¿en qué se diferencia ello de un artista que, para pintar, se inspira en la obra de sus antecesores? ¿Se deben solicitar derechos de autor cuando se admira una obra de Picasso, y ésta sirve como aliento para crear un nuevo lienzo? Quizá la clave resida en que el mundo de la IA es aún un gran desconocido, y esto hace que todo sea objeto de debate. En cualquier caso, es el momento de indagar sobre sus infinitas posibilidades y, ante todo, de llegar a un acuerdo para asegurar una regulación que perjudique lo menos posible al eterno damnificado: el creador.