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Fotografía

El viaje americano del Thyssen malagueño: de Marilyn Monroe a Studio 54

En su nueva exposición temporal, el centro se sumerge en la vida cotidiana de Estados Unidos a través de la mirada de once autores

MÁLAGA, 16/07/2025.- Un fotógrafo toma imágenes de varias de las obras que conforman la exposición temporal 'American people. Fotografía documental americana (1930-1980)', compuesta por una selección de ochenta imágenes de fotografía documental desde 1930 a 1980 de once autores norteamericanos pertenecientes a la Colección José Luis Soler Vila, que se inaugura este miércoles en el Museo Carmen Thyssen Málaga. EFE/Daniel Pérez
Fotografía de 'American people', en el Museo Thyssen de MálagaDaniel PérezAgencia EFE

La popularización de las cámaras de 35 milímetros junto a la eclosión de las revistas de gran tirada fue crucial en el desarrollo de la fotografía documental en Estados Unidos, un género con que el Museo Carmen Thyssen Málaga recorre medio siglo en ochenta imágenes que incluyen desde una icónica Marilyn Monroe a la vida noctámbula en Studio 54.

En su nueva exposición temporal, 'American people. Fotografía documental americana (1930-1980)', que podrá visitarse hasta el próximo 13 de octubre y está conformada por fondos de la Colección José Luis Soler Vila, el museo se sumerge en la vida cotidiana de Estados Unidos a través de la mirada de once autores.

De la mano de Harry Callahan, Imogen Cunnigham, Walker Evans, Louis Faurer, Robert Frank, Lee Friedlander, Anthony Hernández, Helen Levitt, Susan Meiselas, Tod Papageorge y Garry Winogrand, la exposición plasma la vida urbana americana a través de celebridades o personajes anónimos, de calles lujosas y barrios marginales, como retrato, denuncia social o testimonio histórico.

La muestra se divide en dos partes, una primera en la Sala Noble con más de cincuenta fotografías en blanco y negro y en color de 1930 a 1980 de una decena de autores, cuyo itinerario abren pioneros de la fotografía documental como Walker Evans, Robert Frank o Louis Faurer, ha explicado este miércoles la directora artística del museo, Lourdes Moreno.

Vida de la calle, retratos o crítica social

Walker Evans sentó las bases del documentalismo en los años treinta y recibió en 1935 el encargo de una agencia gubernamental estadounidense para reflejar la vida de los agricultores durante la Gran Depresión, trabajo del que surgió un libro.

Exposición temporal 'American people. Fotografía documental americana (1930-1980)'
Exposición temporal 'American people. Fotografía documental americana (1930-1980)'Daniel PérezAgencia EFE

La muestra recorre los 40 y 50 a través de Helen Levitt, autora de la fotografía humanista; Louis Faurer, referente de la fotografía callejera de Nueva York; Robert Frank, que introduce junto al anterior elementos psicológicos como la vulnerabilidad y el aislamiento del individuo en la multitud; Harry Callahan, más experimental con su mirada al estadounidense medio mediante retratos robados, y Garry Winogrand.

El giro de los 60 hacia un documentalismo más subjetivo lo protagonizan Lee Friedlander, con apego por el retrato callejero espontáneo, junto a Imogen Cunningham, referente histórico de la fotografía, y Tod Papageorge, que aporta una visión en color.

Concluyen esta cronología en los 70 Susan Meiselas, referencia visual de los derechos de las mujeres, y en los 80 Anthony Hernández, con escenas en las que subyace la crítica social por la desigualdad racial y de clase.

Entre las imágenes de esta primera parte figura una de Marilyn Monroe en su esplendor, fotografiada por Garry Winogrand durante el rodaje de 'La tentación vive arriba (1955)', autor del que también se alternan imágenes históricas como fotoperiodista y fotografía callejera.

La diversión y excesos de la noche neoyorquina

El recorrido se completa en una segunda sala, el Espacio ArteSonado, con una treintena de imágenes en blanco y negro tomadas por Tod Papageorge en el mítico club neoyorquino Studio 54 a finales de los años setenta.

Esta discoteca estuvo abierta en Manhattan de abril de 1977 a febrero de 1980 y por ella pasaron, previa una exclusiva invitación, desde celebridades a personajes extravagantes y desconocidos en busca de visibilidad.

Tod Papageorge plasma en una treintena de imágenes en blanco y negro el ambiente desenfrenado, de diversión, exceso y libertad de esos tres años.

Esta exposición supone la tercera colaboración entre el Museo Carmen Thyssen Málaga y la Colección José Luis Soler Vila, gracias a la generosidad de su viuda, Susana Lloret.