La canción perdida de Enrique Urquijo
Santi Fernández, batería de Los Secretos, recupera un tema inédito y remezcla el primer disco con Los Problemas, la banda alternativa del cantante fallecido hace 25 años
Hace un par de años, David Bonilla, uno de los responsables de la discográfica Warner en España, propuso a Santi Fernández, batería de Los Secretos y productor musical, recuperar una serie de grabaciones del primer disco de Enrique Urquijo con su banda alternativa, Los Problemas [Iñaki Conejero, Begoña Larrañaga, Ramón Arroyo, Fermín Aldaz y Pedro López]. A punto de cumplirse 25 años de aquel infausto final en un portal de Malasaña, el histórico grupo madrileño asiste al alumbramiento de un nuevo Enrique que trae, para sorpresa de todos, un tema inédito después de tanto tiempo: «Se fuerza la máquina», un tributo a Gato Pérez, poeta de la rumba catalana.
Santi Fernández (Málaga, 1967) recibe a LA RAZÓN en Santa Rosa, su estudio de grabación en Alcalá de Henares (Madrid). Como fan entregado que es a su vez de Enrique Urquijo está feliz por haber participado en este proyecto, un «privilegio».
Hasta llegar aquí hubo momentos de duda en Los Secretos cuando la tragedia abatió como nunca a una formación que ya había perdido a Canito, su primer batería, en un accidente de tráfico en la Nochevieja de 1979, y a Pedro A. Díaz, también en la carretera, en 1984. Fallecido Enrique a los 39 años, hicieron un disco y una gira de homenaje, «porque había que ayudar a María» [su hija, hoy reconocida diseñadora de moda], y «vimos que el público respondía y pedía que siguiéramos». Pero la huella indeleble del mediano de los hermanos Urquijo pesa en el grupo. «Nosotros no tenemos canciones, tenemos himnos», y eso en gran medida es gracias a Enrique Urquijo, «un vacío imposible de llenar», corrobora un emocionado Santi Fernández.
¿Cómo recuerdas el tiempo que coincidiste con él?
Fue menos de un año, porque yo entré originalmente en un proyecto en solitario que hizo Álvaro Urquijo en paralelo a Enrique con Los Problemas. Yo conocía a Enrique de la noche de Madrid, pero no nos habíamos hecho amigos ni nada, todavía. Al final de la gira con el disco de Álvaro fue cuando me llamaron para ofrecerme ser el batería de Los Secretos. Desgraciadamente, a los pocos meses pasó lo de Enrique. O sea que hice un par de conciertos nada más con él. Y le disfruté muy poco. Esa es la realidad.
«Hoy la vi» era su última versión inédita conocida.
Era un trabajo, eso que dicen ahora, «work in progress». Él componía muchas veces con Jesús Redondo [el teclista de Los Secretos], que le ayudaba con la música. Y estaban trabajando en esa canción. En teoría, le faltaba todavía una parte de letra y era una maqueta que, cuando pasó lo de Enrique, se consideró con muy buen criterio que había que sacar a la luz, porque era una joya. El caso de «Se fuerza la máquina» de ahora es muy distinto. Originalmente se grabó en 1993. Y en un estudio que se llama Vox; las cintas de multipistas originales estaban por ahí y eran de un formato que en Madrid solo había una máquina donde se podían reproducir. Y esa única máquina estaba estropeada. De hecho, cuando David Bonilla me llamó para preguntarme la posibilidad de hacer un remaster del disco, lo escuché, lo valoré y le dije: “Creo que lo que vamos a ganar con una masterización nada más sobre la mezcla original no merece la pena. Habría que remezclar para sacarle más lustre”. Y se lo tomó tan en serio que por sus narices estuvo peleándose hasta que arreglaron la máquina famosa, y una vez hecho es cuando se pudo hacer ese transfer de las pistas originales al formato en el que más trabajamos ahora, un programa que se llama Pro Tools.
¿Cómo ha sido el proceso de recuperación?
Me llamó otra vez David y me dio el bruto, que eran tres cintas. Como estábamos con mucho trabajo, por ahí de conciertos y tal, yo tengo mi unidad móvil, un portátil que para ciertas cosas que puedo hacer en la carretera voy trabajando con ello. Un día iba en el AVE, volviendo de Levante; estábamos todos Los Secretos. Yo, con mis auriculares, cacharreando todas esas pistas del disco. Y de repente, pues mira, otra toma alternativa de tal, pues de esta hay tres tomas, qué bueno, pues qué bien cantó esto y qué raro que lo descartaran... esos era mis pensamientos. Y de golpe y porrazo me pongo encima de una, le doy al play y aparece “Se fuerza la máquina”. Y di un bote... “¡Pero si es que esto no lo ha oído nadie, esto no se sabe... Nadie sabe que esto existe!”. Y se lo dije a Álvaro: “Acabo de encontrar un tema inédito de tu hermano”. Puso los ojos como platos: “No jodas, ¿qué es, qué es?”. Yo no me acordaba de que era una canción que escribió Gato Pérez. Y ahí me encontré ese tesoro... Como era una especie de ensayo, al final se equivocaban y acababa cada uno por su lado, pero gracias a Dios las dos tonterías que había se han podido arreglar un poquito y estaba suficientemente bien la canción como para que haya quedado como ha quedado. A día de hoy creo que es un tesoro y que la gente está agradeciendo un montón volverle a oír, aunque sea una cosa tan sorprendente, porque Enrique no solía hacer eso... un poco rumba salsa.
Es un Enrique con un registro desconocido.
Sorprende mucho. Yo le pregunté a un testigo presencial de ese primer disco, Ramón Arroyo –mi hermano, mi amigo, mi compañero de trabajo–. “¿Cómo es que lo grabasteis?”. “Es que a Enrique le encantaba esta canción”, me confesó. Creo que debió estar ahí peleándose para meterla y, a última hora, entre todas las tomas que grabaron debieron decidir que no pegaría con el resto del disco. En su momento a lo mejor el descarte fue con buen criterio, es decir, con “Hospital”, “Historia de Playback”, “Mundo Raro”... aunque a mí tampoco me parece que quede mal, creo que el eclecticismo a veces a los discos les viene muy bien, no le veo problema.
¿Cómo fue la intervención técnica?
Me puse el chip para dar lustre al disco, ahí me siento un poco un restaurador. Sacarle el mejor sonido posible pero, por supuesto, respetando la obra original. Con ‘Se fuerza la máquina’ me salté un poco eso. Me refiero a que tuve que intervenir más porque al final, como era un ensayo, no sabían dónde acabar y cada uno lo hizo en un sitio. Pero gracias a las herramientas que hay, haciendo algún ajuste, cortando y pegando pude arreglarlo, que es el final que se oye, un poco el que debía haber sido, pero a algunos se les pasó de largo. Era un desastre publicarlo como estaba; es una creación entre comillas, el único sitio donde hay una intervención que, con otra canción, no hubiera hecho de ninguna manera. Pero como era inédita y como el fin justificaba los medios sí me pareció que merecía la pena. Es mejor que dejar un final que nadie hubiera entendido.
¿Qué esperas del resultado?
Pues que la gente se emocione y disfrute tanto como como yo lo he hecho haciéndolo, porque este disco es un incunable, o sea de canciones y letras es alucinante, es brutal. Y ya el original era una joya. Yo siempre digo que es muchísimo más importante en la música las canciones que el sonido, o sea, prefiero una buena canción con un mal sonido que una mala canción con muy buen sonido. Pero cuando tienes las dos cosas se disfruta más. Si encima de que es un temazo que suena increíble, más aún. Te apetece más volverlo a oír, volvértelo a poner... Esta es la historia. Sacarle un poco más de lustre aprovechando dos cosas. Primero, porque a nivel técnico la música está mejor que nunca. O sea, ahora mismo en cuanto a medios, nunca se han podido hacer discos sonando tan increíblemente bien. En la grabación original oyes a Enrique más lejos, en una cueva. Y yo he intentado poner a Enrique aquí, en la cara. Porque es tan increíble cómo lo canta todo que acercarle a ti un poco, decirle da dos pasos adelante y cántame aquí, todavía lo hace más emocionante, más crudo. Y esto es lo que he intentado básicamente. Todo era importante, pero lo más importante en esta remezcla, con muchísima diferencia, era Enrique. O sea, poner a Enrique aquí. Y que a la gente se le pongan los pelos así cuando le oigan.
¿Qué le parece a Álvaro, su hermano?
Me ha dado la enhorabuena, sí, le ha gustado mucho mi trabajo. Están todos muy contentos. A Ramón hay guitarras que le parece que las podía haber puesto más altas. Esto le pasa mucho a casi todos los músicos, pero cuando mezclamos tenemos que pensar más en la imagen global, olvidarte un poco de elementos individuales. Aun así está feliz y encantado.
¿Lo ha escuchado ya la hija de Enrique?
A María no creo que le haya llegado porque, de hecho, nadie lo ha oído entero. Nada más que Ramón Arroyo. Ni siquiera Álvaro lo ha escuchado todavía, porque yo le pasé cuando él me lo pidió las 9 primeras mezclas que llevaba hechas. De momento no ha oído todavía el trabajo completo, que llevará 24 canciones, las 21 que he remezclado más otras tres que hicieron para un directo, masterizadas para que convivan con el resto.
¿Son también canciones de Los Problemas de ese disco?
Sí, son de algún directo que hicieron posterior. Hay versiones de “Buena chica”, “Hoy no” y “Amor se escribe con llanto”, que se grabó luego en el siguiente disco. Era un material inédito que tenían guardado en Warner y que a David le ha aparecido el momento ideal para meterlo también. La verdad, ha quedado muy redondito, nunca mejor dicho, por el vinilo. Es un doble con el primer disco original, las 13 canciones que tenía, y luego hay un segundo vinilo con el resto, las 11 nuevas mezclas y tomas descartadas.
¿Va a tener una tirada limitada?
Pues supongo que deben saber más o menos una estimación clara de lo que pueden vender. Entiendo que deben contar con los fans de Enrique, que no son pocos. Si hay suerte y se añade alguien a ese club pues tendrán que fabricar más. Sé que Bonilla está cuidando muchísimo la estética, que sea un tesorito, una cosa de muy buena calidad. El doble vinilo sé hará en CD también. Y además lo publicarán en todas las plataformas digitales.
Rafa Higueras, responsable del homenaje anual, ¿cómo ha vivido este descubrimiento?
Es mi amigo y de hecho le invité para hacerle un pase privado. Se fue encantado y emocionado. En este proyecto no participa, pero es un personaje muy importante en la memoria de Enrique. Lleva haciéndole un homenaje cada año desde hace 25, que se dice pronto. Además canta muy parecido, a veces le oyes, cierras los ojos y parece Enrique. Lo hace muy bien. Yo produje el DVD de “Han llovido 15 años”, nos hicimos muy amigos y siempre hemos estado en contacto, le tengo mucho aprecio.
Tras haberse dado a conocer «Se fuerza la máquina», el 10 de octubre se podrá escuchar la nueva mezcla de «Buena chica». El 15 de noviembre, a dos días del 25 aniversario de la muerte de Enrique Urquijo, el disco completo.
Los Secretos: «Lo que tenía en la voz es insuperable»
«Muy buena iniciativa para un disco tan bonito como este», dice David Bonilla, director de A&R y catálogo en Warner Music Spain cuando sabe del interés de este diario por dar a conocer el último hallazgo sobre Enrique Urquijo. Él fue quien puso el material a pulir en manos de Santi Fernández. Y, una vez acabada la tarea, Los Secretos se muestran más que satisfechos. Álvaro Urquijo, consciente de que «las discográficas reeditan los discos cuando les da la gana», valora que «han tenido el detalle de contar con nosotros y de preguntarnos y consultarnos». Asegura el menor de los hermanos fundadores del grupo que está «a favor de este tipo de gestos, siempre y cuando se pueda mejorar una obra que, por alguna razón, tenía algún defecto o un mal acabado», en alusión a la precipitada elaboración y producción que tuvo el original.
Por su parte, Ramón Arroyo considera «excelente y minuciosa» la «remezcla», porque «ha dado nueva vida al ya estupendo disco de Enrique y Los Problemas en el que tuve el honor de participar». Ramón ve «sorprendente» la canción inédita por el «estilo de música salsera» y apunta que ha «regrabado alguna guitarra y mandolina, dado que la grabación original no era lo suficientemente nítida. El disco ha cobrado vida y el trabajo vocal de Enrique y el sentimiento que transmite son sencillamente fantasticos», apostilla.
«Hay pocas cosas que mejoren con el tiempo y, sin duda, este disco es un ejemplo», considera Jesús Redondo, al frente del piano y los teclados, que fue colaborador habitual de Enrique.
A su vez, el bajo del grupo asegura que «era de justicia rememorar y hacer sonar como merece esa obra maestra» que, «con gran mimo y mucho gusto, ha remezclado y masterizado mi buen amigo y compañero Santi Fernandez, haciéndola sonar a un nivel extraordinario. Mi más sincera enhorabuena», concluye Juanjo Ramos.
El último en sumarse al equipo de Los Secretos, el ex Madison Txetxu Altube, afirma que «si el primer disco de Enrique en solitario cambió mi forma de entender y sentir las canciones, escucharlo de nuevo, remezclado y masterizado, ha vuelto a hacerme creer en el poder que tienen y que lo que Enrique tenía en la voz es insuperable. Santi ha hecho un trabajo descomunal».