Christie's paraliza in extremis la venta de los 85 Miró de Portugal
Christie's anunció que cancela la venta de 85 obras del artista catalán Joan Miró propiedad del Estado portugués que estaba prevista para esta noche
La crisis hace estragos tanto en las finanzas privadas como en las públicas. El Estado portugués, finalmente, no pudo poner a la venta los Miró que planeaba por la incertidumbre que pesaba sobre la venta. El Tribunal Administrativo del Círculo de Lisboa había rechazado suspender la subasta de las 85 obras de Miró que poseía el estado luso, en contra del criterio de la fiscalía, que había recomendado la suspensión cautelar de la venta a instancias de cinco diputados socialistas. Pese a ello, la casa de pujas ha decidido cancelar la venta «como resultado de una disputa en un tribunal portugués en la que Christie's no toma parte». «Tenemos la responsabilidad con nuestros clientes de asegurarnos de que la propiedad (de las obras) se les puede transferir sin problemas», afirmó un portavoz de la sala londinense. «Dado que la decisión del tribunal pone esto en cuestión en este momento, Christie's se ve obligada a retirar las obras de la venta», agregó. El grupo de piezas de Miró, con las que se esperaba recaudar unos 35 millones de euros (47 millones de dólares), fue comprado en 2006 por el Banco Portugués de Negocios (BPN), entidad que acabó siendo nacionalizada por riesgo de quiebra dos años después tras protagonizar uno de los mayores escándalos financieros del país vecino. Las obras pasaron así a manos del Estado y nunca llegaron a ser expuestas en suelo luso, ya que se mantuvieron desde entonces guardadas en las reservas de un edificio público. El anuncio de la venta de esas obras por parte del Estado movilizó a cerca de 9.000 ciudadanos, que firmaron a través de internet una petición para que se cancelara la subasta. El movimiento cívico que inició las protestas recordó que Christie's había valorado el lote de 85 piezas en 80 millones de euros (108 millones de dólares) en 2008, más del doble del valor que se esperaba recaudar ahora. El grupo de diputados que protestaron por la venta de las obras calificó de «expolio» al patrimonio del país la subasta que finalmente fue cancelada. El secretario de Estado de Cultura de Portugal, Jorge Barreto-Xavier, lamentó el «ruido» creado: «Ante la dificultad en la que estamos para encontrar medios y soluciones ante lo que vivimos, se crean situaciones adicionales que acaban por ser onerosas», manifestó.