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Gijón

«Aferim!»: A veces, el cine es un Arte

Fotograma de la película «Aferim»
Fotograma de la película «Aferim»larazon

Una película rumana, presentada en el festival de Berlín y Premio al Mejor Director, es "Aferim!", de Radu Jude.

Una película rumana, presentada en el festival de Berlín y Premio al Mejor Director, es "Aferim!", de Radu Jude. Hay razones objetivas para afirmar que son ciento ocho minutos inaguantables, con un falso blanco y negro, y vamos a explicar por qué es falso. No existe un negativo de celuloide ni baños en los laboratorios para un posible revelado. Se le quita el color a la cámara digital, con lo que todo queda grisáceo y como aplastado. Haga la prueba en su casa y quítele el color al televisor, y verá en qué queda la cosa.

Otro problema reside en el subtitulado, porque hablan sin parar y es muy fatigoso leer esas letritas, colocadas en la sala debajo de la pantalla lo cual obliga a esquivar las cabezas de los espectadores de las filas anteriores. Sin embargo, se aguantan esos ciento ocho minutos, porque hay un talento realizando el film. Una historia, a mediados del siglo XIX, la búsqueda de un gitano fugado de su señor, a quien robaba, aparte de acostarse con su señora. Es el caso de una película que sí es Arte.

La segunda película del día se titula "Neon Bull", de Gabriel Mascaró, coproducción ambientada en Brasil, una verdadera estupidez y, esta sí, inaguantable por todo. Un vaquero que cuida toros para los espectáculos.

Todos eso, toro tras toro en los corrales, con planos mayestáticos, con la cámara inmóvil y todo en plano muy general, con algunas escenas de sexo prácticamente a oscuras. Y, de pronto, se acaba, dejándonos esperando que suceda algo, aunque sea poco. Ni eso.