Una aventura de grandes dimensiones
El estudio de animación Laika vuelve a sorprender con «Mr.Link:el origen perdido», una cinta cálida, trepidante y familiar.
El estudio de animación Laika vuelve a sorprender con «Mr.Link:el origen perdido», una cinta cálida, trepidante y familiar.
El eslabón perdido ya no es un conjunto de huesos caducos sin identificar ni un vago concepto indeterminado capaz de existir solo en los márgenes de una interpretación lineal de la evolución. Ahora, esta misteriosa criatura fuente inagotable de inspiración de leyendas es un «bigfoot» de abultado pelaje que sabe escribir, sentir y hablar con la honesta profundidad de un ser humano, desde la inocencia desordenada de un niño y a través de la voz inconfundible de Brays Efe. El protagonista de «Paquita Salas» estrena su primera película de animación en la que dobla a Mr.Link, este entrañable personaje que arrastra todo el peso principal de la nueva película de la productora estadounidense Laika Films dirigida por Chris Butler; «Mr. Link: el origen perdido», con el que asegura sentirse identificado: «Tiene una mirada muy limpia sobre la sociedad porque ha vivido fuera de ella»
Juego de roles
El osado y curioso investigador de mitos inglés Sir Lionel Frost (cuya voz es Arturo Valls) emprende una nueva aventura hacia el corazón de Estados Unidos tras el abandono repentino de su ayudante por el trato impersonal y egoísta que venía recibiendo. Convencido de su valía, seguro de su olfato intuitivo a la hora hacer grandes descubrimientos, con unas ganas extraordinarias de comprender el mundo que le rodea y empujado por una carta anónima en la que se describe el lugar donde poder encontrarse con la criatura más legendaria del mundo: el eslabón perdido. Frost no duda ni un instante y pone rumbo a un apasionante viaje en el que se reencontrará con Adelina Fortnight, una mujer profundamente independiente y decidida, viuda de un ex compañero de expediciones con la que el inglés ha tenido un romance en el pasado y cuyo doblaje corre a cargo de la actriz malagueña Maggie Civantos, quien la define de la siguiente manera: “Adeline es una mujer inspiradora y sobretodo una mujer de actualidad. Es suficiente, determinante, aventurera, inteligente y con un alto grado de conciliación, ya que al fin y al cabo su papel sirve como punto unión entre los dos personajes principales”.
Con la intención clara de desvincularse de ese rol femenino estereotipado que ha primado durante mucho tiempo en la industria infantil en el que la mujer interpretaba generalmente a un personaje pasivo, dulce, complaciente, atento, entregado, servil y resignado, el estudio Laika apuesta ahora por una protagonista que pretende tal y como comenta Civantos: “Generar un nuevo referente de mujer. Revisando las películas que veía mi generación cuando éramos pequeños, echo en falta la presencia de alguien como Adelina y ese es uno de los motivos principales por los que me enorgullezco de haberle puesto voz. Que puedan introducirse este tipo de referentes creo que es un cambio y un mirar hacia el futuro en buena dirección”.
La aventura cambia de rumbo cuando Lionel descubre que el supuesto eslabón perdido es Mr.Link, un “outsider” mentalmente muy despierto que se siente solo y desubicado y que se agarrará a la figura del explorador como la tabla de salvación más inmediata para encontrarse con unos parientes lejanos del legendario valle de Shangri-La que se acercan de forma más o menos aproximada al concepto de hogar que Link anda buscando y cuya búsqueda le servirá para encontrarse en su forma y en su fondo: “Es una persona con una mirada muy limpia sobre la sociedad porque ha vivido fuera de ella. Me encanta cómo se trata el tema de la identidad en la película porque está contado de una forma muy simple, muy sencilla. Ni siquiera creo que hable de la transexualidad, sino de la identidad del modo más grande posible. Cuando Mr.Link elige cómo dirigirse a sí mismo, escoge un nombre femenino que se remonta a un momento que a él le hizo feliz de manera especial, que es el momento en el que alguien le encontró y no se asustó y fue capaz de mirarle con cariño. Esa persona se llama Susan y Susan es el nombre que él elige. El hecho de que se trate de un nombre femenino no es nada importante”, matiza Brays acerca de este personaje que intentará descubrir su identidad para poder entender el mundo atropellado y hermosamente cambiante que le ha tocado vivir.