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Cine

"El colibrí": los aleteos de la vida de Marco Carrera

Francesca Archibugi se atreve con la adaptación del best-seller de Sandro Veronesi

Un fotograma de "El colibrí"
Un fotograma de "El colibrí"La Razón

A Francesca Archibugi le gusta el ser humano, le gustan las dinámicas psíquicas y sentimentales de la familia, le gusta el análisis antropológico de nuestros defectos, acercarse a las rarezas y complejidades que pueblan nuestras costumbres con pretensiones depuradoras. Así lo demostró en el 88 con su primera película, "Mignon è partita" (con la que participó en San Sebastián y ganó numerosos premios, entre ellos el David de Donatello a la mejor dirección y al mejor guion novel), lo siguió manifestando con posteriores trabajos y ahora parece querer reafirmarlo con "El colibrí", una adaptación homónima del best-seller escrito por Sandro Veronesi, amigo personal de la cineasta italiana. En esta suerte de cuento dilatado con ecos de epopeya cotidiana, se relata la totalidad de la vida de Marco Carrera, apodado con el mismo nombre del pájaro que da título a la historia: una existencia atravesada por la arbitrariedad de lo casual, el miedo a los aviones, las partidas de póker, los recuerdos enquistados de un amor de juventud no superado y el inesperado suicidio de su hermana.

Un presente alargado

"Sandro y yo somos amigos desde hace muchísimos años, casi desde que éramos adolescentes. He leído todos sus libros y es alguien a quien aprecio muchísimo. Realmente fue él quien me propuso hacer una adaptación cinematográfica de su novela y en ese sentido, puedes imaginar que mi ansiedad estaba por las nubes cuando se produjo la propuesta. Ya no tanto por el tema de poder defraudar a los lectores, sino por el hecho de defraudar también a un amigo", reconoce con sonrisa tímida la directora desde su Italia natal en entrevista con LA RAZÓN.

El hecho de abarcar todas las líneas cronológicas que componen una vida, no ha sido en ningún caso, algo fácil de trasladar a la gran pantalla, menos aún sin caer en los caprichos visuales del flashback: "Ha sido muy complicado ensamblarlo todo, recrear con precisión todos estos arcos temporales que hay en la novela. No he querido detenerme en una recreación concreta de las épocas que van atravesando la vida de Marco, no me interesaba esto. Quería transmitir la sensación de un presente alargado", afirma. Y continúa en relación a los posibles paralelismos temáticos con trabajos anteriores: "Sí, hay ciertas vinculaciones efectivamente con mi primera película en cuanto a los temas que trato, pero fíjate que curioso, fue el propio Pierfrancesco, que ya trabajó conmigo entonces, el que me lo dijo: ‘‘me parece que soy un poco como Giorgio (personaje de "Mignon è partita"), estoy siguiendo las mismas dinámicas, estoy creciendo» y en ese sentido sí que lo sentimos como una especie de desarrollo ulterior de la vida de ese personaje. El libro no lo he escrito yo, pero inconscientemente resuenan cosas mías de anteriores trabajos".

"En estos momentos no solo tenemos problemas económicos globales o políticos, sino también mentales"

Francesca Archibugi

En ese presente alargado que menciona Archibugi hay traumas familiares detonados por la tristeza de una hermana a la que todos ven pero nadie parece escuchar hasta que desaparece de manera voluntaria, el remordimiento provocado por una infidelidad que nunca se consuma en términos sexuales con la que fuera el amor de su vida, las consecuencias de un matrimonio infeliz con una mujer a la que no ama o el transcurso taciturno de una existencia plagada de alteraciones y derivas poco extraordinarias sustentadas por la interpretación de un Pierfrancesco Favino ("El Traidor") en permanente estatismo gestual y vital, solo removido por la intervención -agradecida- de Nanni Moretti, que en este caso da vida al psicoanalista de Marco, estableciéndose como un guía capaz de orientarle frente a los continuos cambios de rumbo.

Cuando preguntamos a la directora por las dos columnas narrativas que sostienen el relato, en este caso el amor y la salud mental, la italiana subraya: "Mira, no sé con precisión qué es la fidelidad ni cómo se interpreta en las sociedades contemporáneas dentro del amor, pero estoy segura de que no está atada a lo que implica tener relaciones sexuales con alguien, porque a veces es mucho más devastador regalar un libro que terminar en la cama", indica antes de proseguir: "En cuanto a la salud mental, efectivamente es un asunto capital en la película, pero te diría también que en casi todo mi cine. De hecho he ambientado una película entera en un centro de neuropsiquiatría infantil. Es un tema importantísimo que hay que tratar también desde el cine, porque responde a una preocupación social. En estos momentos no solo tenemos problemas económicos globales o políticos, sino también mentales. En Italia por ejemplo, yo creo que hay una suerte de psicopatología de masa provocada por el fascismo, pero es una situación muy extrapolable a otros lugares. Tenemos que fomentar la búsqueda del equilibrio, del cuidado, del acompañamiento", añade convencida.

"Personalmente odio el lujo y cada vez más. Es algo que empieza a molestarme"

Francesca Archibugi

Archibugi, igual que Marco, se ha ido alejando progresivamente del gusto por el lujo. De hecho, lo detesta: "Está claro que quien no tiene dinero tiene menos herramientas para ser feliz. Tener una casa, tener un trabajo, no estar preocupado por no llegar a final de mes es un lujo, pero no debería serlo. Personalmente odio el lujo y cada vez más. Es algo que empieza a molestarme. No entiendo por qué no logramos vivir con más sencillez. Cuando entro en casa de amigos, de otros actores y veo que se han construido una piscina o cosas así me aleja un poco, no entiendo por qué no podemos conformarnos con lo que tenemos y darnos cuenta de que es suficiente". Sin embargo, sigue creyendo en el destino. "Tengo tendencia a leer las señales del destino. Perdí a mi madre cuando era muy joven y seguramente he seguido preguntándome infinidad de veces qué hubiera pasado si... En este sentido siempre he mirado la vida con perspectiva, alejándome y acercándome a ella".