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Esta obra puede perjudicar su salud

El Théâtre Vidy-Laussane llega a Madrid con su explosiva «En Manque», de Macaigne
El Théâtre Vidy-Laussane llega a Madrid con su explosiva «En Manque», de Macaignelarazon

Desde que a principios de año Jan Fabre hipnotizara a la mitad de los teatreros de la capital –la otra parte todavía se explica si de verdad eran necesarias 24 horas para escalar el Monte Olimpo de aquella manera– y maltratara a la primera fila de la Sala Roja de Canal con chorros de sangre y aceite, trozos de vísceras que sobrepasaban los límites escénicos y algún que otro cadenazo involuntario del propio Odiseo, la platea había vivido muy tranquila, centrada únicamente en el Lope, el Buñuel, los Voltaire y Rousseau y demás que, con más o menos acierto, nos han ido presentando Helena Pimenta, Blanca Portillo, Josep Maria Flotats y compañía. El acto de ir al teatro no se salía de los cauces «normales», entendido el espectador como un «voyeur» pasivo: asistir al centro en cuestión, disfrutar –o no– y vuelta a casa, o donde se quisiera, con una nueva reflexión en la cabeza, si se había tenido suerte. Todo muy pacífico. Pero las artes son vivas y hay a quien le gusta que el montaje salpique, manche, asuste y haga toser al mirón. No basta con removerle por dentro, hay que, como en los parques acuáticos, llevarse una capa impermeable para que la orca no te empape en sus acometidas. Aunque te cueste la salud. El «arte» por encima del ser humano. ¿Qué pensarían de una obra que de antemano te advierte del uso de luces –estroboscópicas– que pueden causar epilepsia, que se va a respirar un humo «intenso» y que, para sumar, «se recomienda el uso de tapones para los oídos» –eso sí, facilitados por el teatro– por sus grandes estruendos? Eso es «En Manque», una «performance» de Vincent Macaigne que los días 22 y 23 de febrero presenta La Abadía dentro del Festival de Otoño. El «furioso intento de aferrarse a la multitud de preguntas, de dolor, de alegría, de lo que podía oír acerca del mundo», justifica el francés de una obra que teoriza sobre un mundo en el que toda la cultura europea ha sido privatizada y encerrada bajo llave. Apunten el teatro como nueva actividad en la que jugarse el pellejo.