Hallazgo histórico

Investigadores descifran una carta con “código diabólico” de Carlos V que fue un enigma por cinco siglos

La misteriosa misiva fue escrita por el emperador en 1547 y contenía trampas que nunca habían logrado resolverse

Investigadores franceses han logrado descifrar una carta escrita en 1547 por el emperador Carlos V (Carlos I de España) y dirigida a su embajador en Francia, un descubrimiento que califican de “excepcional” y que, según sus autores, aporta luz sobre las relaciones entre el Sacro Imperio Romano Germánico y el reino dirigido por Francisco I de Francia. Estos expertos han logrado, cinco siglos más tarde, romper uno de los sistemas de encriptación de mensajes más sofisticados a los que se había enfrentado el laboratorio lorenés de investigaciones en informática de la región del Loria. Sus criptógrafos dedicaron seis meses de trabajo a enfrentarse a una “sucesión de símbolos ininteligibles” que nadie había conseguido desentrañar.

Tal era la dificultad del reto que la misiva había caído en el olvido desde hacía siglos, pero se conservaba en la colección de la biblioteca municipal Stanislas de Nancy. Cécile Pierrot, una de las criptógrafas del departamento, escuchó en 2019 hablar por azar de una “carta encriptada” imposible de descifrar. Aunque pensó que no era más que una leyenda, encontró más datos de la existencia del documento y a finales de 2021 pudo verlo por primera vez. Así fue como comenzó el trabajo para descifrar los cerca de 120 símbolos utilizados mediante su clasificación por familias distintas. Después, Pierrot contó cuántas veces aparecía cada uno y observó las combinaciones que podrían repetirse.

Junto a Pierrick Gaudry y Paul Zimmermann, también investigadores del laboratorio, recurrieron a la informática para “acelerar” el trabajo. No se trató de inteligencia artificial, sino de seres humanos que “plantearon preguntas al ordenador”, señaló Pierrot. Los avances se producían muy lentamente porque, según sus palabras, el código utilizado por Carlos V “es diabólico”. Su dificultad estribaba en varias razones: además del número importante de símbolos, palabras enteras están encriptadas con un sólo signo y vocales precedidas de una consonante están marcadas con diacríticos, algo que, según explica Pierrot, pudo haberse imitado de la lengua árabe. Otro elemento desconcertante, según revelaron estos expertos, es que el emperador utilizó “símbolos nulos”, que no quieren decir nada y sirven para inducir a error a quien intentase descifrar el mensaje.

La revelación llegó finalmente en junio cuando Pierrot logró aislar una sucesión de palabras en la carta. Para ello, los tres criptógrafos de Nancy convocaron a Camille Desenclos, especialista tanto en criptografía como en relaciones entre Francia y el Sacro Imperio Germánico en el siglo XVI. La historiadora les ayudó a encajar las piezas del rompecabezas, al contextualizar la carta para entender mejor las alusiones. Los investigadores utilizaron también una verdadera “piedra Rosetta”: una carta de Jean de Saint-Mauris conservada en Besançon (Francia), en la que el destinatario escribió al margen “una forma de transcripción” que descifra una carta que le había enviado el embajador, detalló Pierrot.

La carta finalmente descifrada revela una información: «Un rumor de complot para asesinar a Carlos V que se tramaba en Francia”, según señaló Desenclos, que precisó que hasta ahora “no se sabía gran cosa” acerca de este asunto. El emperador se refiere también a la situación de su imperio y su «estrategia política y militar» durante un periodo tumultuoso, con las tensiones en Francia, las guerras italianas y unos meses después de la muerte de Enrique VIII de Inglaterra. Por esa razón debían garantizar la seguridad de sus comunicaciones.