Del asno a las brujerías: las leyendas que marcaron Cataluña
En el libro "Cataluña de leyenda" (Almuzara), se recogen las variadas leyendas o tradiciones que se albergan en ese territorio
Creada:
Última actualización:
Una leyenda es una narración oral o escrita, en prosa o en verso, con una mayor o menor proporción de elementos imaginativos y que generalmente quieren hacer pasar por auténticas o fundadas en hechos reales, o ligarlas a un elemento de la realidad. Se transmiten habitualmente de generación en generación, casi siempre de forma oral, y con frecuencia son transformadas con supresiones, añadidos o modificaciones.
El término leyenda también se puede conocer como cuento, fábula, historia, narración, parábola, relato, tradición... Todos estos sinónimos forman parte de nuestras costumbres personales y locales. En toda Cataluña hay miles de leyendas o tradiciones. Como sucede en estos casos, muchas de ellas se repiten. Sobre todo en cuanto a las vírgenes encontradas. La tradición dice que un buey, un asno, una mula, un caballo... encontraron la imagen y que un capellán la va a buscar para depositarla en la iglesia parroquial. Al día siguiente no está. Vuelven al lugar del hallazgo y la encuentra donde la primera vez. Acto seguido se construye una capilla en el lugar donde han encontrado a la virgen. Aquellas vírgenes fueron enterradas para salvarlas de la destrucción en manos de los moriscos. Muchos años después, cuando nadie se acordaba del lugar, era un animal el inductor del hallazgo. Y ahí empezaba el milagro.
Lo que acabamos de explicar es una leyenda muy común en toda Cataluña. Como estas han sido transmitidas vía oral, lo que en un primer momento era un asno se transformó en un toro y al revés. Un pueblo puede decir que era un toro y el del lado que era un asno. El animal que la encontró es lo de menos. Lo importante es que la leyenda o historia ha pasado de generación en generación y que nos ha llegado a nosotros.
También en Cataluña hay tradición de los conocidos como cazadores fantasmas. Estos, enloquecidos por su afán de capturar una presa única, no respetan las fiestas religiosas de guardar. Es en aquel momento cuando son condenados a errar hasta el fin de los tiempos para purgar su pecado. Entre ellos está el Rey Artús. Por otra parte el noble, enamorado de una joven que entra en un convento y al ir a rescatarla se da cuenta que ha muerto. A partir de ese momento erran por el mundo hasta su fin, como el Conde Arnau.
Otra leyenda característica de Cataluña son las mujeres de agua. Personajes que, si los trasladamos al mar, las llamaríamos sirenas. Mujeres espectaculares, con poderes y que atraen a los hombres por su belleza. Forman parte del amor perfecto, siempre y cuando el esposo cumpla una promesa, que nunca digan que es una mujer de agua. Todos la rompen y el final varía según la zona o el autor que se dedicó a explicarla o a escribirla.
La brujería y lo oculto, como el demonio, forman parte del imaginario. Ambas se mezclan y, en algunos casos, se incluyen dragones. Es fácil vincular la construcción de un puente, normalmente de origen romano, con un origen diabólico. También los monumentos prehistóricos se vinculan al paso del diablo por tierras catalanas.
El origen de las ciudades o pueblos también tienen su leyenda. Normalmente vinculada en algún personaje famoso. La invasión musulmana dejó sus leyendas y, por venganza, se empezaron a colgar imágenes moriscas en las iglesias y catedrales. Desde condenados a muerte, lavanderas, sacerdotes, monjas, bandoleros, montañas, hostales, vírgenes, santos, primeros cristianos, montañas, rocas, verdugos… todos han sido protagonistas de leyendas y tradiciones.
Casi todas tienen un rasgo característico. Los autores han añadido o sacado lo que les ha parecido más adecuado. Han adornado una historia que, tal vez, en un primer momento era sencilla. Gracias a los ornamentos, a las supersticiones, a las modificaciones, los añadidos... se han convertido en historias fascinantes. Y es esto lo que nos seduce. En un momento en el cual no había la tecnología actual. Cuando las familias se reunían por la noche, después de una dura jornada de trabajo, la distracción cotidiana era explicarlas antes de ir a dormir. Pasaron de boca a boca y no se han perdido gracias a personas que decidieron plasmarlas en un papel.
Algunas se crearon para poder explicar un hecho milagroso o sobrenatural. Otras para educar a las personas que las oían. Otras para enseñar. Otras explican hechos históricos. Otras, por su carácter religioso, forman parte de la superstición ciudadana. Y algunas servían simplemente para divertir a los más pequeños de la casa. Estas leyendas y tradiciones formaban parte de la vida cotidiana de nuestros pueblos y ciudades. Mucho antes de que los hermanos Grimm o Hans Christian Andersen se hicieran famosos con sus cuentos, en Cataluña ya se narraban estas leyendas por la noche, alrededor de una chimenea y, normalmente explicadas por los abuelos y abuelas de las casas.