Anécdotas de la Historia
Terrorismo saharaui contra España
El Frente Polisario, apoyado por la extrema izquierda, secuestró a trece militares para llamar la atención internacional sobre sus reivindicaciones y canjearlos por terroristas presos
Un grupo terrorista secuestró a trece militares españoles. Los quiso usar para llamar la atención internacional sobre sus reivindicaciones y canjearlos por terroristas presos. Era el Frente Polisario, que operaba en el Sáhara español. Contaba con el apoyo de la extrema izquierda de nuestro país, que aplaudía tanto sus acciones violentas como su pretensión de convertir aquel territorio en un país marxista. Mientras, los polisarios torturaron a los españoles durante meses, entre el 9 de mayo y el 10 de septiembre de 1975. Ese año aumentó el terrorismo contra personas e intereses españoles en el Sáhara. La mitad de los atentados fueron sufragados por Hassan II, el rey de Marruecos, con una decena de muertos entre marzo y abril de 1975. La otra mitad fueron cometidos por el Frente Polisario, que estaba alimentado por Argelia. Ambos querían aprovechar la delicada situación española en la agonía de Franco, conscientes de que Juan Carlos no quería empezar su reinado con una guerra colonial.
El secuestro se produjo gracias a la filtración de saharauis polisarios en la Agrupación de Tropas Nómadas, que eran unas fuerzas mixtas creadas en 1959, compuestas por españoles europeos y saharauis. La denominada «Patrulla Pedro», compuesta por 34 hombres, salió de Smara el 3 de mayo de 1975 con los tenientes Lorenzo Vázquez y Sánchez Gay-Venegas al mando. Seis días después, los 27 soldados saharauis que había en la patrulla se sublevaron uniéndose al Frente Polisario y apresaron a sus compañeros. Sin noticias de la «Patrulla Pedro», el 10 de mayo partió en su búsqueda de los cuarteles de las Tropas Nómadas, en Mahbes, la «Patrulla Domingo», y fue apresada con el mismo sistema: la traición de sus supuestos camaradas. En esta ocasión, el soldado español Ángel Moral se resistió y fue asesinado, mientras que otros fueron maltrechos en la pelea.
Peligro de muerte
El Frente Polisario secuestró así a quince militares españoles, aunque soltó a dos que estaban heridos ante el peligro de que murieran. El resto fue conducido a Tinduf, en territorio argelino. Allí fueron encarcelados y torturados durante meses. En su cautiverio recibieron la visita de una comisión de Naciones Unidas, lo que colmaba el objetivo de los terroristas de llamar la atención mundial. España ya había dicho que no era partidaria de entregar el Sáhara a Marruecos, sino de hacer un referéndum de autodeterminación. No obstante, lo que temía Argelia, y por eso financiaba al Frente Polisario, era que el gobierno de Franco cediera el Sáhara a Hasán II. La delegación de la ONU estaba compuesta por un marfileño, una cubana y un iraní. La visita de los enviados de la organización internacional no sirvió para liberar a los militares españoles, ni para nada concreto.
Mientras tanto, la frontera se caldeaba. Marruecos envió a 26.000 soldados dispuestos a entrar en el Sáhara, Mauritania hizo lo mismo y Argelia se dispuso para la lucha. En España se silenció la grave situación que estaba teniendo lugar en territorio africano. En septiembre, el diario «Pueblo», bajo la dirección de Emilio Romero, envió como corresponsal a El Aaiún a un joven llamado Arturo Pérez-Reverte. Sin embargo, se adelantó Jesús Montesinos, de «Informaciones», que el 13 de agosto de 1975 daba la noticia con meses de retraso. Lo hizo con un titular que era una interrogación: «¿Varios oficiales españoles en poder del Frente Polisario?». La censura era casi completa, y el periodista se enteró por Radio Libia.
Contra la dictadura yanki-fascista
En nuestro país, el FRAP, grupo terrorista ligado al Partido Comunista de España marxista-leninista, publicó un manifiesto común con el Frente Polisario el 21 de junio de 1975. Los lemas eran «contra la dictadura yanki-fascista», «contra el colonialismo español» y «por la lucha común de los pueblos saharaui y español». También es cierto que por aquellas fechas el PSOE y el PCE de Santiago Carrillo veían con mucha simpatía al Frente Polisario. De hecho, el 14 de noviembre de 1976, obviando las muertes y secuestros de españoles, Felipe González dijo: «Quiero comprometerme ante la historia: nuestro partido estará con vosotros hasta la victoria final». Y añadió, según se lee en el diario «Ya» del 17 de noviembre: «El PSOE está de acuerdo con el Frente Polisario en que la autodeterminación es imposible defenderla y conseguirla por otros medios que no sean la lucha armada».
Acogotado, el gobierno de Arias Navarro no vio más solución que ceder a los terroristas. Liberó a los presos y repitió que habría referéndum en el Sáhara. En respuesta, el Frente Polisario liberó a los trece militares españoles. Era 10 de septiembre de 1975. Pérez-Reverte tituló su crónica de ese día: «Con la liberación de los militares españoles. Desaparece un obstáculo para el diálogo y la cooperación España - Frente Polisario». De poco serviría aquello. Hasán II ya tenía preparada la Marcha Verde.