Jesús Quintero: Dos guapos revolucionarios
El resultado de los duetos entre ambos artistas, su discos, era oro. Como las grandes fusiones de la historia de la música, como la de Duke Ellington y Ella Fitzgerald o Rocío Jurado y Manuel Alejandro, Paco de Lucía y Camarón eran dos verdaderos revolucionarios. Lo que hicieron supuso un adelanto de 100 años en la guitarra. Se enfrentaron al dominio de la voz en el flamenco: la guitarra estaba relegada al mero acompañamiento de la voz. Juntos cambiaron esto. De hecho, a veces cuando escucho a Paco, no puedo evitar escuchar también a Camarón. Los acompañé en una gira por toda España que llegó al Teatro Real. Aquel estreno fue impresionante. No me extrañaría que tuviera el récord de aplausos en el coliseo madrileño. Cuando ambos, guapos y jóvenes, irrumpieron en el mundo del flamenco, Caracol llegó a cuestionar a De la Isla: «Es demasiado rubio para ser gitano», dijo. Al poco tiempo de que empezaran a colaborar, nadie podía discutir su talento. Su mayor éxito fue «Fuente y caudal» (1973). Ambos habían terminado ya lo que tenían preparado pero faltaban ocho minutos para completar el disco, así que improvisaron sobre una rumba. Finalmente, esa parte, «Entre dos aguas», se convirtió en la más exitosa del álbum. Existen algunas anécdotas curiosas, como lo que le ocurrió cuando le preguntaron sobre las funciones de la mano de un guitarrista. «La izquierda es más creativa mientras que la derecha ejecuta», dijo. Los misioneros de Cristo Rey le pegaron en la puerta de El Capitol por este comentario. También le ocurrió algo similar cuando le preguntaron si prefería la muerte o el ridículo. «Una muerte ridícula. Como en la guerra», contestó. Han desaparecido ya muchos de los grandes artistas andaluces, como la Jurado, Caracol, Lola Flores, Camarón, Moraíto de Jerez, que le entusiasmaba a Paco. Pero la conexión más profunda era sin duda con Camarón. Mairena, que llevó el flamenco a la universidad, decía de De Lucía que era un aristócrata de la guitarra. Su obra es absolutamente portentosa. Para mí es como Paganini. Tenía un dominio absoluto de la guitarra, y le costaba expresar sus sentimientos a través de otro medio que no fuera su instrumento. Sus manos han sido valoradas por Toquinho, Jimmy Hendrix... Su historia es apasionante. Ha sabido llegar más lejos. Entra en la lista de los indiscutibles, como lo son Juan Ramón, Shakespeare o Freud. Un andaluz universal. Él sólo reconocía la aristocracia de los artistas. «Son los grandes los que deben ocupar los medios». Él lo ha conseguido.